Llamados, presiones y tensión: cómo se cocinan los votos para la llegada de los jueces a la Corte Suprema

El Senado definió la fecha para que el juez federal Ariel Lijo y el académico Manuel García Mansilla expongan ante el Senado de la Nación, para ser evaluados como posibles jueces de la Corte Suprema. El primero lo hará el 21 de agosto y el segundo el 28. La definición del calendario aceleró los tiempos en la Cámara alta y empiezan los poroteos para saber si llegan a los 48 votos necesarios.https://03e489eaed635086cc99654f598b9f2f.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-40/html/container.html

El recuento de la cantidad de votos que tendría cada candidato es trasversal a los bloques políticos. Dentro de La Libertad Avanza (LLA) hay uno, Francisco Paoltroni, que dijo que no votará el pliego de Lijo. Pero no es el único, hay algunos que prefieren no decirlo en público para evitar represalias en su contra, o que los despidan de LLA a través de Twitter. Uno de ellos en las próximas semanas lo dirá públicamente.https://03e489eaed635086cc99654f598b9f2f.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-40/html/container.html

Lo mismo le pasa al peronismo, al PRO y a la UCR. En el peronismo no hay una posición unificada con este tema. Y difícilmente la haya. Hay senadores que entienden que si Lijo no llega a la Corte Suprema va a seguir siendo uno de los pesos pesados en Comodoro Py, y tenerlo con sed de venganza no es recomendable. Más aún si se trata de representantes de provincias que apuntan a litigar contra la Nación por el uso de los recursos naturales, fondos coparticipables, etc.

«Las influencias de Lijo llegan al Congreso por agua, tierra y aire», confesó un miembro de la Cámara alta a MDZ. Con esa metáfora intentó explicar que muchos senadores reciben llamados de dirigentes políticos, algunos retirados, otros con proyección provincial y nacional.https://03e489eaed635086cc99654f598b9f2f.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-40/html/container.html

Pero también de miembros del Poder Judicial de distintas provincias, desde juzgados de primera instancia, hasta miembros del máximo tribunal estuvieron llamando la semana pasada a distintos senadores de distintos partidos para «tantear» la voluntad de los legisladores.TE PODRÍA INTERESAR

 «Mirá, si me llamás por el temita de los jueces ya te digo que no voy a votar», le dijo un miembro de la Cámara alta a un miembro del máximo tribunal de su provincia. «No, bueno, te quería consultar cómo veías el escenario, nada más», contestó el magistrado. «Es obvio que llamaba para pedirme que votara a Lijo y no hay forma», se sinceró un senador en diálogo con este diario.

Las especulaciones en la dirigencia también tienen que ver con la manifestación política de la Corte Suprema. Una eventual llegada de Lijo podría equilibrar el manejo del poder entre el tándem Horacio Rosatti-Carlos Rosenkrantz, que junto con Juan Carlos Maqueda armaron una mayoría que dejó aislado a Ricardo Lorenzetti.

El voto a Lijo, fiel aliado del rafaelino Lorenzetti, también debe interpretarse como una especie de rechazo al poder concentrado que tuvieron en los últimos años los dos jueces que Mauricio Macri intentó designar por decreto. Uno de los que más renegó con ese manejo del máximo tribunal fue el exjefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta, que veía como dilataban una y otra vez durante el Gobierno de Alberto Fernández la devolución de los puntos de coparticipación.

Y ahí la mira recae directamente en los dos larretistas que quedan en el Senado, Martín Lousteau y Guadalupe Tagliaferri, que no sólo los une la crítica al Gobierno de Javier Milei, si no el rechazo a sus exsocios de Juntos por el Cambio. «La buena relación entre Rodríguez Larreta y Lorenzetti empezó mucho antes que llegara a ser jefe de Gobierno y va a seguir mucho más», señaló una fuente parlamentaria.

En el radicalismo hay por lo menos tres senadores que ya saben que no van a votar el pliego de Ariel Lijo, aunque no lo dicen públicamente, como sí lo hizo por ejemplo el cordobés Luis Juez (PRO). Argumentan que representa «un manejo del poder poco transparente» y que «no es idóneo para el cargo».

De acá al 21 de agosto cuando empiecen las audiencias pueden pasar muchas cosas. Pero ya hay un calendario definido que y las negociaciones se aceleran.

Fuente: Mendoza online

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