Ley Bases: un primer paso de un largo camino

La realidad e

El hecho de que el Senado haya aprobado la Ley Bases no quiere decir que sepamos con exactitud cómo va a quedar dicha ley. Todavía hay que revisar en profundidad los cambios y cómo pasará en Diputados.

De todas formas, aun bastante licuada la Ley Bases de la original que mandó el gobierno en febrero, apunta en el camino correcto que busca la desregulación de la economía, privatizar empresas estatales que no tienen ningún sentido de seguir en manos del Estado, reformar el Estado, hacer una reforma laboral, etc. Es decir, apunta a avanzar en las reformas estructurales.

Es absurda la postura de la oposición de no querer privatizar Aerolíneas Argentinas y otras empresas estatales como Correos Argentinos.

En efecto, ¿para qué quieren mantener Aerolíneas Argentinas si pierde cientos de millones de dólares por año? Si es por cubrir rutas que el sector privado no cubriría y el Estado quiere que se cubran, se licita el menor subsidio entre las empresas privadas para que cubran esas rutas y nos ahorramos millones de dólares al año. El que menos subsidio pide por pasaje se lleva la ruta.

¿Qué es lo que quieren los que se oponen a la estatización de Aerolíneas Argentinas, cubrir la ruta o darse el capricho de tener una empresa que pierde millones para que los ñoquis tengan su puesto intocable?TE PODRÍA INTERESAR

El mismo criterio se puede utilizar con el Correo Argentino. Más allá de que hoy día ya no se mandan tantas cartas, todo lo que tiene que ver con encomiendas se puede cubrir con el mismo criterio que sugiero para Aerolíneas Argentinas. Se llama a licitación entre las empresas privadas para que cubran zonas del país que no son rentables para el sector privado.

Pero no hace falta tener una estructura de casi 16.000 empleados cuando ese servicio lo puede cubrir perfectamente el sector privado. El objetivo es distribuir las encomiendas, no que el Estado tenga una empresa estatal para contratar militantes del gobierno de turno.

Volviendo a la aprobación en el Senado de la Ley Bases, la realidad es que es una victoria política para el gobierno, pero lejos está de ser la solución mágica que pondrá definitivamente a la Argentina en el camino de la prosperidad.

Si por algo se caracteriza el electorado argentino es por su volatilidad al momento de votar.

Recordemos que en 1989 Menem llegó al gobierno con un discurso de fuerte contenido populista, versus su contrincante radical, Angeloz, que proponía el lápiz rojo para recortar el gasto público. Para los más jóvenes que no vivieron esos años, el lápiz rojo era el equivalente a la motosierra de la campaña de Milei.

De ambos discursos ganó el populista de Menem. Sin embargo, ni bien llegó al gobierno, hizo exactamente lo contrario al discurso populista de su campaña electoral.

Ese giro de 180 grados fue apoyado por los que lo votaron como populista y los que no lo votaron, al punto tal que, a pesar de su giro total en 1995, cuando la gente ya no podía ser engañada, lo votó masivamente y logró la reelección.

Saltando el tiempo, en 2003 llega al gobierno Kirchner que termina haciendo las contrarreformas de los 90. El mismo peronismo que privatizó, desreguló, estableció la convertibilidad, etc., terminó haciendo un desastre en el Banco Central, estatizó, reguló la economía, etc

El mismo kirchnerismo que festejaba la privatización de YPF, luego pasó a festejar su estatización, la que, por cierto, nos costará US$ 16.000 millones por la forma en que la hicieron.

Mi punto es que una ley no va a cambiar definitivamente el rumbo de la Argentina, de la misma forma que la ley de convertibilidad no cambió definitivamente el rumbo antinflacionario de la Argentina.

Se requiere de un trabajo de largo plazo en que el gobierno que siga a este, continúe el mismo rumbo. Es decir, el crecimiento de largo plazo no va a venir de una ley, sino de la continuidad de las políticas públicas, independientemente del gobierno de turno.

Pero, antes de llegar a ese punto de continuidad, el gobierno tiene que lograr poner orden en la política económica de corto plazo.

Por ejemplo, Caputo sostuvo que si aprueban la Ley Bases va reducir el impuesto PAIS. ¿Podrá cumplir con su promesa?

En el período enero-mayo, los ingresos del tesoro totalizaron $ 20,3 billones. El impuesto PAÍS ocupó el 4to puesto en importancia y representó el 11,8% del total de los ingresos del período. El superávit financiero base devengado fue de $ 2.159.758 millones y el impuesto PAIS sumó $ 2.406.252 millones. Es decir, sin impuesto PAIS hubiese habido déficit financiero.

¿Si aumentan ganancias para la cuarta categoría, puede compensar la pérdida de impuesto PAIS? Lo dudo, porque ganancias es coparticipable e impuesto PAIS no es coparticipable.

Por el lado del gasto público, si se compara el gasto público de los primeros 5 meses de este año con igual período de 2023 en pesos constantes, la baja del gasto corriente fue del 24% y los gastos de capital del 84% por la paralización de la obra pública.

¿Fue todo motosierra? En realidad, el 56% es por licuación de jubilaciones, planes sociales, sueldos de empleados públicos, incluidos personal universitario.

El 22% de la reducción del gasto se explica por la paralización de la obra pública, el 9% por menores transferencias a las provincias y un 4% por menores gastos en compra de bienes y servicios.

En todos estos rubros se explica el 91% de la reducción del gasto, siendo el 56% licuación.

Justamente por eso Milei quiere que de ahora en más el ajuste de las jubilaciones sea por inflación. Siendo que el sistema previsional representa el 33% del gasto corriente, licuarlo fue la estrategia. Lo que hizo Milei fue licuar las jubilaciones para bajarlas de 100 a 70 y lo que propone es mantener constante esos 70 con el ajuste por inflación, pero sin recupera los 30 perdidos.

Por eso el enfrentamiento con la oposición que quiere recuperar parte de lo licuado y Milei dice que con eso le atacan el déficit cero.

Finalmente, hay que advertir que la expansión monetaria sigue siendo muy alta. Milei había dicho que la base monetaria iba a quedar congelada y que la mayor monetización saldría de los dólares que están debajo de los colchones.

Lo cierto es que la base monetaria aumentó el 67% entre el 7 de diciembre pasado y el 10 de junio, en tanto que el circulante creció el 65%.

Con este ritmo de emisión monetaria y la menor oferta de bienes y servicios por la caída en el nivel de actividad, puede haber un rebote inflacionario en el mediano plazo.

En síntesis, bienvenida la Ley Bases, pero no creamos que una ley puede resolver mágicamente el largo estancamiento de la economía argentina.

¿Es un primer paso? Sí. Pero un primer paso de un largo camino que todavía falta recorrer.

Fuente: Mendoza online

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