Una de las principales calificadoras de riesgo internacionales, Moody’s, presentó su informe de perspectiva macroeconómica global para 2025/26 (“Global Macro Outlook 2025-26:Growth, inflation and interest rates to settle at lower, stable levels”) en el que considera, en el caso argentino, que la debilidad económica y el progreso desinflacionario persistirán ante la austeridad fiscal.https://9f6d955d5a6f6cc7c9f517d53fa235b7.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-40/html/container.html
En el capítulo de América Latina, en el apéndice de Argentina, explica que las condiciones macroeconómicas seguirán siendo débiles a medida que el gobierno de Javier Milei implemente una agenda de austeridad para corregir los desequilibrios fiscales y externos de larga data.https://9f6d955d5a6f6cc7c9f517d53fa235b7.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-40/html/container.html
Tras recordar que el pasado 15 de septiembre, Milei presentó la propuesta presupuestaria de déficit cero para 2025 -sobre la base de amplias reformas económicas y fiscales y recortes a la inversión pública, subsidios y transferencias a las provincias y empresas estatales-, la calificadora estadounidense consideró que, a pesar de que los desafíos del Congreso y la resistencia social podrían impedir o diluir la plena implementación de las medidas presupuestarias, sin embargo, espera una amplia continuidad de las reformas fiscales y económicas aprobadas desde que asumió Milei las cuales han generado superávits fiscales en los tres primeros trimestres de 2024, un desempeño que no se había visto desde 2008.
Moody’s destaca los avances en el frente fiscal que han ayudado a aumentar la confianza en el peso y a frenar el impulso inflacionario; con una brecha cambiaria -indicador de la confianza en la moneda y una fuente de presión inflacionaria-que promedió alrededor del 22% en octubre frente al 108% en 2023, lo que de la mano de una mayor estabilidad del tipo de cambio le ha ayudado a mantenerla paridad móvil (crawling peg) y minimizar el traslado de la inflación a los precios locales, con una inflación mensual que cayó al 2.7% en octubre -su nivel más bajo en casi tres años- desde un máximo del 25.5% en diciembre pasado.https://9f6d955d5a6f6cc7c9f517d53fa235b7.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-40/html/container.html
En función de esto, la calificadora espera que la desinflación continúe en vista de los esfuerzos de reforma, pero estima que la inflación anual promedio será de alrededor del 235% este año, frente al 133.5% en 2023, y que bajará al 80% en 2025 y al 30% en 2026. “Sin embargo – advierte – el peso sigue bajo presión por las expectativas del sector privado sobre la liberalización del tipo de cambio, y la estabilidad monetaria sigue siendo una vulnerabilidad económica clave, particularmente en el contexto de las reservas netas negativas en moneda extranjera del Banco Central (BCRA) y de los inminentes pagos de bonos internacionales”.Te podría interesar
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En cuanto al panorama macro da cuenta que la demanda interna seguirá siendo débil en medio del ajuste fiscal y económico, aunque un fuerte repunte de la producción agrícola (un 81%más interanual en el segundo trimestre) y las exportaciones primarias (un 48% más) tras la sequía del año pasado suavizará la profundidad dela recesión de este año y favorecerá una actividad económica moderada en los próximos dos años. “Estimamos que la economía argentina se contraerá un 3.5% en 2024, tras una contracción del 1.6% en 2023, y que la corrección parcial de los desequilibrios respaldará un repunte del crecimiento del 3% en 2025 y del 1.8% en 2026”, proyecta la calificadora.
¿Qué hay del resto del mundo?
En líneas generales, Moody´s proyecta una macroeconomía global caracterizada por un crecimiento, una inflación y las tasas de interés que se estabilizarán en niveles más bajos y estables. “La economía global ha demostrado una resiliencia notable al recuperarse de las interrupciones en la cadena de suministro durante la pandemia, una crisis energética y alimentaria con el comienzo de la guerra entre Rusia y Ucrania, alta inflación y el consiguiente endurecimiento de la política monetaria.
La mayoría de las economías del G20experimentarán un crecimiento constante y seguirán beneficiándose de la flexibilización delas políticas y precios favorables de los commodities”, explica. Sin embargo, reconoce, los cambios poselectorales en las políticas nacionales e internacionales de EE.UU. podrían acelerar la fragmentación económica global y complicar la estabilización en curso. Los efectos agregado y neto de los cambios en las políticas comerciales, fiscales, inmigratorias y regulatorias ampliarán los diversos resultados en los distintos países y sectores”.
Para las mayores 20 economías del mundo (G20), proyecta que registrarán tasas de crecimiento constantes, pero diferenciadas. “Prevemos que las economías del G20 crecerán un 2.8% en 2024,frente al 3% en 2023, y se moderarán en 2026. La economía estadounidense tiene un desempeño superior al de otras economías avanzadas, aunque es probable que su crecimiento se desacelere a pesar del fuerte impulso, mientras la lenta recuperación de Europa se afianzará gradualmente, y el crecimiento de China podría desacelerarse incluso si se implementaran medidas de estímulo. “El aumento del proteccionismo comercial y el impulso de varias economías importantes para fortalecer las industrias nacionales hacen que la demanda externa sea una fuente de crecimiento menos confiable”, anticipa.
No hay duda que con el advenimiento de una nueva administración Trump el comercio internacional se complicará, por ello alertan que el aumento de las tensiones comerciales y las fricciones geopolíticas son los principales riesgos para la perspectiva macroeconómica. “La incorporación de soldados norcoreanos por parte de Rusia en Ucrania, el aumento de las tensiones en el Mar de China Meridional y el estrecho de Taiwán, y la expansión de los conflictos en Medio Oriente exacerban la tensión del contexto internacional”.

Por ello consideran que la competencia entre EE.UU. y China determinará las políticas, posiblemente incrementará las barreras comerciales globales y desencadenará guerras comerciales o de divisas. “Esta fragmentación geoeconómica a largo plazo podría dividir aún más la economía mundial en bloques geopolíticos, además de complicar el comercio global y la conectividad comercial y financiera global, lo que frenaría aún más el crecimiento global”.
En cuanto a la política monetaria global, estiman que las reducciones en las tasas de interés globales finalizarán en 2025. “Esperamos que la inflación subyacente disminuya hasta situarse cerca de los objetivos de los bancos centrales a mediados de 2025, lo que facilitará el movimiento de las tasas de interés hacia posturas neutrales. La flexibilización sincronizada reafirmará la estabilidad económica, pero al menos una parte podría verse contrarrestada con el aumento de los riesgos inflacionarios en EE.UU. derivados de las políticas propuestas por la próxima administración Trump”.
Teniendo en cuenta esto, Moody’s espera que la Reserva Federal (Fed) adopte un enfoque cauteloso con respecto a la normalización de las políticas.
Con referencia al nuevo presidente electo en EE.UU., la calificadora sostiene que el cambio en el gobierno estadounidense genera una mayor incertidumbre política: el nuevo gobierno de EE.UU. heredará una economía con una fortaleza sorprendente; sin embargo, a los fines de realizar una proyección, suponemos que el efecto neto de las políticas obstaculizará ligeramente la actividad económica. Aparte de eso, no tenemos en cuenta los cambios en las políticas fiscales, inmigratorias o comerciales hasta que se implementen.
Fuente: Mendoza online
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