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Con el objetivo de intentar destrabar la marcha del juicio oral por la causa de los Cuadernos de las Coimas, que hasta ahora se desarrolló vía Zoom, los presidentes de las distintas salas de la Cámara de Casación, el máximo tribunal penal del país, recibieron este mediodía en Comodoro Py a dos de los magistrados del Tribunal que juzga a la expresidenta Cristina Kirchner y a otros 86 imputados en la causa de corrupción más extensa de la que se tiene registro.
En principio, la Casación emitirá una resolución mañana, luego de que el Tribunal presente por escrito cuáles son sus reclamos puntuales para poder agilizar el ritmo del juicio, según lo acordado hoy en el encuentro, que LA NACION pudo reconstruir.

La reunión se extendió alrededor de una hora y se desarrolló en la sala de acuerdos de la Casación. El presidente del Tribunal Oral Federal N°7, el juez Enrique Méndez Signori, y su colega Fernando Canero les manifestaron a sus superiores de la Casación que necesitaban un mayor espacio físico y nuevo personal y que, tras las quejas, ya habían agregado una nueva audiencia semanal al debate.
Los escucharon el presidente de la Casación, Daniel Petrone, y sus colegas Diego Barroetaveña, Carlos Mahiques, Mariano Borinsky y Ángela Ledesma.
A contramano de lo hecho hasta el momento, los jueces de la Cámara de Casación creen necesario realizar audiencias de forma presencial tres veces por semana.
Les comunicaron a los dos jueces que por estas horas en Comodoro Py se encuentra disponible la sala conocida como “Sum” y que se trabaja para dejar en condiciones la nueva sala AMIA, denominada “Auditorium”, que contará con un aforo de 197 personas sentadas y estaría lista para el 10 de diciembre.
En su momento, los jueces del TOF dejaron saber que pedirían poder utilizar la Sala de Derechos Humanos, ubicada en la planta baja del Palacio de los Tribunales, donde está emplazado el Tribunal.
Es una gran sala de juicios que hoy no se utiliza: es el lugar donde se realizó el juicio a las Juntas Militares, como así también el juicio por la tragedia del boliche Cromagnon y donde se tomaron indagatorias por el fraude en el Yacimiento Carbonífero de Río Turbio.
Otro de los ejes de la conversación fue la posibilidad de analizar la reasignación de alguna de las causas en manos del TOF 7 a otro tribunal, siempre que eso no implique entorpecer la marcha de otros expedientes. También se tocó la posibilidad de avanzar con el juicio en días inhábiles.
“Los señores magistrados del tribunal manifestaron los problemas que afrontan y se comprometieron a realizar los pedidos, a través de la Cámara de Casación, relativos a exclusión de sorteos, reasignación de causas de la justicia ordinaria, espacio físico y personal”, dice el comunicado que hicieron circular desde la Casación.
Ausencia
El tercer juez del tribunal, Germán Castelli, no formó parte del encuentro. Entendió que la reunión tenía por fin introducir cambios en el “modo en que se está llevando a cabo el juicio”, algo que ya había sido decidido por el TOF y se encontraba “estabilizado” frente a las partes.
Así lo expuso en su voto de la resolución por la que el Tribunal dio a conocer que incrementaba la frecuencia de las audiencias, la semana pasada, luego de las quejas por la falta de celeridad en el debate. Dijo, además, que se encontraba trabajando en los fundamentos de otras sentencias del tribunal: la de Gas Natural Licuado, donde el exministro de Planificación Julio de Vido fue condenado a cuatro años de prisión, y la de la telenovela “Mamá Corazón”, donde tanto él como la actriz Andrea del Boca fueron absueltos.

“Si la convocatoria del tribunal de superintendencia −agregó Castelli en su voto− finalmente tuviera por único propósito conocer las públicas necesidades funcionales que el Tribunal viene solicitando desde hace más de seis años, la presencia de los colegas será suficiente”.
En aquella resolución, leída al comienzo del último debate, los jueces remarcaron que vienen pidiendo ayuda a la Corte Suprema, al Consejo de la Magistratura y a la Cámara de Casación desde 2019, hace seis años, y que no fueron oídos, salvo algunas excepciones relacionadas con nuevo personal.
Respecto al ofrecimiento de la sala AMIA para la realización del juicio, sobre el que hoy insistió la Casación, los jueces Méndez Signori y Canero señalaron en su voto de la semana pasada que ese espacio registraba un “doble orden de problemas hoy insolubles”.
Por un lado, señalaron los magistrados, “no estuvo ni está en condiciones a la fecha de ser utilizada por remodelaciones”; y por el otro, “el Tribunal carece de oficinas y demás instalaciones para llevar adelante el juicio con su personal en esa sede de Comodoro Py”, ya que el TOF 7 y el material de la causa están emplazados en el Palacio de Tribunales, sobre la calle Talcahuano.
“Es decir que, para el jueves pasado, ni siquiera había una sala de audiencias disponible para iniciar el juicio de manera mixta o presencial, debiéndose utilizar la exigua sala del tribunal donde se encuentra archivada la documentación de este proceso”, señalaron en su descargo.
Inicialmente, los jueces habían estipulado comenzar con las audiencias los días jueves y sumar una los martes, a partir de marzo de 2026. Pero tras las críticas, resolvieron sumar una audiencia más los martes, desde el 25 de noviembre.
Las indagatorias, en tanto, se realizarían de manera híbrida: en la sala estarán físicamente los integrantes del tribunal, los acusados que deban declarar esa jornada, sus defensores, la fiscalía, la Unidad de Información Financiera y el público; y el resto de los actores continuarán por Zoom.
Por Federico González del Solar
Fuente: La Nación

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