Al borde de la ruptura con CFK, Kicillof le da forma a su liderazgo nacional y apuesta a un peronismo amplio

“Axel puede ser candidato a presidente en el 2027, pero también puede no serlo. Dependerá del contexto, del momento y de las circunstancias”. Uno de los funcionarios de mayor confianza de Kicillof definió su futuro nacional en un puñado de palabras. Lo hizo antes de la reunión del Gobernador con intendentes de su esquema político y de la carta de Cristina Kirchner que revolvió la interna. Lo planteó antes de un nuevo maremoto del peronismo bonaerense.Te puede interesar:Círculo rojo: pronóstico reservado en el triángulo de hierro, guerra de guerrillas K y Macri frustrado

La definición busca contener ansiedades en el Movimiento Derecho al Futuro (MDF), bajar la espuma sobre el futuro electoral del mandatario provincial y poner en el centro del debate la reconstrucción del proyecto político del peronismo, luego de la dura derrota electoral del 26 de octubre. Pero, ante todo, es una descripción que pone un freno sobre la construcción idealista de la candidatura presidencial dos años antes de las elecciones ejecutivas.https://73afe31d1dbe53bafc4d48d3be5728c2.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-45/html/container.html

El Gobernador quiere convertirse en Presidente. Esa es una realidad innegable. El paso previo es ser candidato y tener consenso sobre su figura. Ese es el camino que empezó a transitar este año. El paso siguiente es jugar la ficha correcta en el momento indicado. Eso recién lo sabrá en el 2027, cuando el PJ defina el perfil del candidato a presidente y la identidad de la propuesta.Te puede interesar:Elecciones 2025: los 64 municipios de PBA donde en septiembre ganó el peronismo y el domingo se impuso LLA

A partir de ahora, Kicillof va a empezar a interiorizarse de la realidad nacional. De las necesidades, las urgencias y las falencias de las provincias. Lo que hay que corregir. Lo que a la gente le interesa corregir. “Hay que escuchar las demandas del comerciante de Santa Fe, del productor de La Pampa, del empresario pyme del sur y del trabajador del norte”, explicaron en el entorno del mandatario provincial. Un escaneo de la realidad nacional.La relación de Kicillof yLa relación de Kicillof y La Cámpora pasa por el peor momento y hay incertidumbre sobre cómo terminará (AG La Plata)https://73afe31d1dbe53bafc4d48d3be5728c2.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-45/html/container.html

El propio Kicillof lo puso en palabras durante una entrevista que brindó a Radio 10 en la semana. “Hay que dedicarse a construir una alternativa. Nos tenemos que ordenar. Hay que tener disposición a trabajar, recorrer, acompañar y escuchar. En Buenos Aires tenemos una base sólida, pero hay que construir en distintas provincias”, explicó.Te puede interesar:Los días de incertidumbre en el Gabinete: los gestos internos que no se vieron, los pedidos urgentes de la mesa chica y las internas que quedan

También planteó que la elección del 26 de octubre es “el punto de partida para el 2027″ y aclaró: “No hablo de candidaturas, sino de vocación y de ganas”. Su intención es sacarse de encima rápido el remanente del proceso electoral, hacer base en la gestión de la provincia de Buenos Aires y ser el motor de una nueva construcción nacional.

Dice que su voluntad “no es exportar el modelo bonaerense”, sino que busca “escuchar a provincias y a sectores que no han podido reconciliarse con el peronismo, pero que no son de Milei”. ¿Cómo lo hará? En principio, la intención es que haya delegados de su esquema político que empiecen a recorrer algunas provincias en búsqueda de una radiografía territorial sobre lo que está sucediendo. Llegar a la gente, algo que al justicialismo le está costando lograr a nivel nacional.

La decisión, en primera instancia, de que no sea él el que viaje al interior, tiene que ver con que prefieren evitar las clásicas fotos con dirigentes cada vez que ponga un pie en una provincia. Porque de esa forma el foco se pondría en la construcción de una base de dirigentes que apoyen su potencial candidatura y no en la edificación de una propuesta política. Deben administrar el desgaste que le puede generar ese nivel de exposición y sintonizarlo con los momentos de la vida diaria en la gobernación bonaerense.Cristina Kirchner publicó una cartaCristina Kirchner publicó una carta que sacudió el peronismo. Culpó a Kicillof de la derrota electoral del último domingo (REUTERS/Alessia Maccioni)

En el caso de que avance esa construcción política y que Kicillof logre darle mayor volumen a su liderazgo dentro del peronismo, el momento de los viajes y los encuentros con gobernadores decantará solo. “Hay que hablarle a cada provincia en su idioma y no imponer desde Buenos Aires ni los temas ni las condiciones. Eso es clave”, aseguran en La Plata.

En la gobernación remarcan la necesidad de decodificar, con mucha claridad, los motivos reales por los que la sociedad no vio en el peronismo, en toda su extensión, una alternativa de poder que ponga un freno simbólico y legislativo a las políticas libertarias.

“Mayra dice que el conurbano va a salvar a la patria. Tenemos que hacer exactamente lo contrario a lo que dice ella. Cada provincia tiene una realidad y una necesidad distinta”, plantearon en las primeras filas del kicillofismo, utilizando como contraste el mensaje que la intendenta de Quilmes escribió en sus redes sociales el último domingo luego de la derrota electoral.

“La gente quiere algo nuevo, no la naftalina del Frente de Todos. Armaron un sello fantasma para que Milei hoy pueda tener un triunfo nacional en vez de agrupar al panperonismo”, se quejó un influyente funcionario del gabinete bonaerense. En el MDF hay un sector que pide un quiebre más abrupto en la relación con el cristinismo, con el objetivo concreto de desmarcarse completamente de la figura de Cristina Kirchner y La Cámpora.

“Capaz que quieren que un peronista no gane una elección nunca más y que quede para siempre el recuerdo de los últimos mandatos de CFK. Porque al gobierno de Alberto Fernández lo hacen desaparecer, no lo nombran nunca, como si no hubiesen sido parte”, sentenció, con una fuerte carga de ironía, uno de los ministros del gabinete de Kicillof. La confrontación con el cristinismo es abierta y total.

Sin embargo, el viernes, durante el encuentro que mantuvo el mandatario con cerca de 40 intendentes, pidió no responder las acusaciones de CFK, advirtió que no va a romper con La Cámpora y aseguró que la estrategia de diferenciación interna, que le dio autonomía de la figura de la ex presidenta, fue exitosa hasta acá, por lo que no tiene en los planes cambiarla.Axel Kicillof tiene pensado serAxel Kicillof tiene pensado ser el motor de una nueva construcción nacional junto a gobernadores como el pampeano Sergio Ziliotto

Más allá de ese pedido de cautela y tranquilidad, la relación entre Kicillof y los Kirchner está al borde de la fractura expuesta. Los movimientos del cristinismo respecto al Presupuesto serán importantes para saber hacia dónde va ese vínculo degradado. En el kicillofismo advierten que adentro está “todo roto” y que la convivencia tiene que ver solo con evitar que el quiebre les genere un costo político alto. “Que se vayan ellos“, repiten algunas voces cercanas a Kicillof respecto a los integrantes camporistas que están en el Gabinete. Es una carrera de resistencia.

Kicillof piensa empujar la organización de un proyecto nacional de aquí en adelante. Candidato o no, en el futuro quiere ser un actor preponderante que tenga influencia en la estrategia a nivel país. El camino está trazado, pero desandarlo tiene, como principal barrera, resolver cómo será la convivencia con la ex presidenta y su hijo. Sino vivirá atormentado por el fuego cruzado.

En La Plata piensan en la posibilidad de reeditar lo que fue el Centro de Estudios Para el Desarrollo Argentino (CENDA), creado por Kicillof por el 2004, y del que formaron parte varios de los nombres más cercanos al Gobernador como Cecilia Naón, Javier Rodríguez, Juan Cuattromo y Augusto Costa. También pasó por ahí el economista Emmanuel Álvarez Agis. La mayoría de los que formaron parte de esa iniciativa son egresados del Colegio Nacional Buenos Aires y de la Facultad de Ciencias Económicas de la Ciudad de Buenos Aires. Un punto de encuentro que los identifica.

La idea que da vueltas por el kicillofismo es formar una suerte de fundación que realice diagnósticos sobre la situación actual en cada una de las provincias y las regiones. Son señales que describen la voluntad de Kicillof de atravesar el alambrado bonaerense y pensar en función de una propuesta nacional. Dotarse de cuadros técnicos que trabajen por una causa nueva.

Lo que pase de ahora en adelante es indescifrable. El peronismo debe ordenar su interna. Tal vez se logre una convivencia. Tal vez se rompa todo. Asoman momentos decisivos para el futuro del principal partido de la oposición y del gobernador con más influencia territorial del peronismo. Kicillof va a empezar a moldear un liderazgo de alcance nacional. Tiene en claro que no será un camino fácil.

Fuente: Infobae.com

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