Los Pumas lograron una épica remontada ante Escocia: perdían 21-0 y ganaron un duelo clave para ser cabeza de serie en el Mundial 2027

Los Pumas desbloquearon un nuevo nivel. Serán cabeza de serie en el próximo Mundial y una semana antes de que termine la temporada 2025, se aseguraron no medirse en la fase de grupos ante ninguna potencia: todo gracias a una remontada épica ante Escocia en Edimburgo que les dio el triunfo de 33-24 y les garantizó el sexto puesto del ranking de la World Rugby, que los pone en el copón 1 junto a SudáfricaNueva Zelanda, IrlandaInglaterra Francia.

Argentina terminó jugando en el estadio Murrayfield de un modo que les permitió dejar en un segundo plano un pésimo comienzo, que además de deslucido e impropio, los llenaba de dudas de cara al cierra de la ventana de noviembre ante Inglaterra, el domingo que viene. Fue una remontada histórica a un 0-21 enquistado hasta los 14 minutos de la segunda parte, que se transformó en un increíble 33-24 que confirma el gran momento del seleccionado de Felipe Contepomi en un gran momento

El primer tiempo, y buena parte del segundo, le quedan a Contepomi para ajustar clavijas y evitar que en el futuro su equipo muestre una labor tan opaca. Es que durante buena parte de la tarde escocesa, Los Pumas caminaron por el borde del abismo.

Los 40 minutos iniciales estuvieron repleto de imprecisiones, errores de manejo y decisiones inexplicables que dejaron la sensación de que el equipo de Contepomi transitaba un deja vu incómodo: entrada en calor tibia, amarilla temprana, lines desperdiciado y una incapacidad casi sistemática para transformar cada llegada en puntos.El try de Justo Piccardo que cerró el partido. Foto: REUTERS / Scott Heppell.El try de Justo Piccardo que cerró el partido. Foto: REUTERS / Scott Heppell.

Pero este equipo, que a veces se tropieza con su propia ansiedad, también parece haber aprendido a convivir con los capítulos heroicos. Y en Murrayfield volvió a ensayar uno. La primera parte fue un catálogo de aspectos negativos.

A los cuatro minutos el plan de juego se torció con la amarilla a Juan Cruz Mallía por un knock on interpretado como deliberado. Escocia, prolija y paciente, olió sangre y trabajó cada ataque como si fuese una operación dentro de un quirófano.

Después de ocho minutos de repetir fases y forzar el error, Jack Dempsey encontró la rendija que los 14 argentinos dejaban abierta y apoyó sin oposición. Finn Russell, convertido en metrónomo escocés, sumó la conversión y más tarde amplió repitió luego del try de Ewan Ashman, que quebró dos tackles y dejó al local arriba por 14.

Argentina no cruzaba a campo contrario. No le salían las cosas, era una sombra de todo lo bueno de lo que se podía jactar en el año. Lejos del ingoal escocés, entonces intentaron descontar con el pie. Mallía probó dos veces sin efectividad. El mejor momento de esa primera parte fue cuando el reloj marcó los 40 minutos y se fueron a los vestuarios.Los escoceses perdieron la chance de pelear por el sexto puesto en su casa. Foto: REUTERS / Scott HeppellLos escoceses perdieron la chance de pelear por el sexto puesto en su casa. Foto: REUTERS / Scott Heppell

El segundo tiempo comenzó igual de torcido: Ashman apoyó otra vez y Russell certificó la caída libre albiceleste. Recién ahí Contepomi sacudió el banco: Thomas Gallo Francisco Coria Marchetti para renovar a los pilares, Pablo Matera para la tercera línea y Agustín Moyano y Santiago Carreras como la nueva pareja de medios.

Pero el verdadero quiebre del partido fue la amarilla a Blair Kinghorn. Los Pumas entendieron el momento y lograron la concentración que no había tenido hasta ese momento: los 14 minutos de segundo tiempo.

Y cambió el partido. Primero llegó el try de Julián Montoya, convalidado por el TMO, y la conversión de Carreras. Después, un ataque sostenido terminó con Rodrigo Isgró buceando hacia el ingoal para recortar diferencias, aunque sin la conversión del cordobés.

En el mejor momento de Argentina, sin embargo, Escocia intentó ponerle un freno con el penal quirúrgico desde 40 metros de un infalible Russell. Pero Los Pumas habían cambiado el chip. Rubiolo apoyó a puro oficio después de varios intentos al borde del ingoal y Carreras acertó para alimentar la esperanza.Pedro Rubiolo y el tercer try argentino. Foto: REUTERS / Scott HeppellPedro Rubiolo y el tercer try argentino. Foto: REUTERS / Scott Heppell

A los 34, tras otra revisión milimétrica cuadro por cuadro, el TMO confirmó que Pablo Matera había apoyado lícitamente y el Negro Carreras metió la conversión que por primera vez en la tarde puso a Argentina arriba.

El cierre fue de novela. A los 38 minutos, cuando el Cardo daba la sensación de que saldría a arrebatar lo que hasta ese momento había sido suyo, Justo Piccardo se inventó un slalom memorable: esquivó dos tackles, aceleró más de diez metros y voló al ingoal para sellar la remontada. Carreras no falló y sumó los dos últimos puntos.

En Murrayfield, Los Pumas transformaron una tarde para el olvido en una victoria de credenciales. Esa que no siempre se explica en posesión ni en estadísticas, pero que aparece cuando el equipo hace equilibrio el precipicio para no caer y sale del peligro para pisar en tierra firma y andar el camino a su gusto. Fue una victoria de esas que, como tantas en la historia reciente, pierde el carácter de hazaña para volverse épico.

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Luciano BottesiLuciano Bottesi

Editor de la sección Deportes.lbottesi@clarin.comBio completa

Fuente: Clarín.com

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