Javier Milei aplica un pragmatismo extremo que nadie soñó durante la campaña

La ortodoxia le cedió el protagonismo pleno al pragmatismo. Ese ejercicio de acción política que se vio en cada uno de los gobiernos y no solo de la Argentina sino también en muchos del resto del mundo no le es ajeno tampoco a la administración de Javier Milei. Hay dos diferencias esenciales para calificar como traidor de su palabra o exitoso en su gestión a cualquier Gobierno que mute su ortodoxia de campaña a la hora de ejercer el poder en un pragmatismo sin límite: la intensidad y el resultado que obtenga en ese camino. En ese momento exacto parece encontrarse hoy Milei.

La semana pasada el Gobierno desplegó todos los gestos que tuvo a mano para recibir y festejar a la jefa del Comando Sur de los Estados Unidos, la general Laura Richardson. La militar, que estuvo casi toda la semana en el país, tuvo un encuentro con Milei en Ushuaia donde le prometieron a EEUU que habrá puerto de operación conjunta en Tierra del Fuego, en lugar de la promesa que había hecho la administración de Alberto Fernández a China por el mismo tema.

También se le abrió la puerta al pedido de Mark Stanley para exigirle a China otra inspección de la base que Cristina Fernández de Kirchner le aprobó en su momento en Neuquén. Para el gobierno de Joe Biden es casi de manual la necesidad de mostrar preocupación ante la instalación de semejante “pied-à-terre” chino en medio de la Patagonia y para el de Milei también lo es mostrar la intención de investigar si esa base tiene algún otro fin que no sea el estudio astronómico.

Milei junto a la jefa del Comando Sur de los Estados Unidos, la general Laura Richardson

La visita de Richardson terminó con festejos y aplausos, inclusive para recibir a un Hércules C130 que Washington envió a Buenos Aires en una operación de leasing que no es lo mismo que haber mandado un regalo. Forma parte, de última, de los gestos que la administración Biden viene prodigando a un Gobierno con el que no puede tener diferencias en su concepción económica, pero que le juega en contra en la pelea electoral por la presidencia, carrera en la que para colmo los últimos números le dan claramente a favor de Donald Trump, el amigo del alma de Milei.

Para completar el cuadro, Argentina avanza nuevamente hacia un acercamiento mas profundo con EE.UU. intentando volver al menemista estatus de aliado extra OTAN, una posición a la que la historia le había restado importancia pero que a la luz de la invasión de Rusia a Ucrania volvió a tomar importancia.TE PODRÍA INTERESAR

Tanta cercanía con EE.UU, tiene una contracara que para mucho podía parecer imposible hace meses en medio de la campaña. Milei y su Gobierno dijeron hasta el hartazgo no estar dispuestos a mantener diálogo con países comunistas. Eso dejaría afuera a un selecto grupo de naciones (no son más de cinco) que mantienen al PC como máxima autoridad del Estado aunque vivan en pseudo economías de mercado.

De todos ellos obviamente el que interesa comercialmente es China, por lo que durante la campaña los opositores a Milei gastaron horas y ríos de tinta alertando del peligro de darle la espalda al que, para algunos, es el principal socio comercial del país superando en algunos momento inclusive a Brasil. Argentina le exporta algo más de U$S 8000 millones a China e importa más de U$S 17.000 millones.

Diana Mondino junto a su par de Vietnam

Por estos días Milei y China están dando señales claras de que ese “peligro” de abandonar a uno de nuestros principales compradores no estaría conjurándose sobre Argentina. El Gobierno aprieta a Beijing frente a Estados Unidos y critica al Partido Comunista pero no cierra ninguna línea de comunicación real con Asia.

Diana Mondino viajó a Vietnam para una visita que estuvo lejos de ser meramente formal. La Canciller aterrizó en Malasia y en su segunda escala se instaló por casi tres días en Hanói donde tuvo reuniones con el Ministro de Relaciones Exteriores Bui Thanh Son y al día siguiente con el primer ministro Pham Minh Chinh y el ministro de Industria y Comercio, Nguyen Hong Dien. Hasta hubo un show de presentación comercial en la embajada argentina en ese país y todo se hizo, como corresponde a Vietnam, debajo de la bandera del Partido Comunista.

Ese ejemplo que se vio hace dos semanas tendrá ahora un eco mucho más importante. De hecho el viaje a Hanói pareció la previa de otro movimiento estratégico clave de Milei y Mondino para su política exterior: ya se organiza en las sedes argentinas en Beijing y Shanghai el viaje de la canciller a China.

La agenda será, según se promete en reserva, una de las más grandes que haya tenido Mondino en sus viajes al exterior. Y el tema central volverá a ser el intercambio comercial. Ahí conviene revisar una vez más los discursos de campaña de Milei donde como todo buen liberal pone al comercio como el centro de la prosperidad de los pueblos. Parece ahora que, a pesar de lo que pensaron muchos,  el presidente no deja a China afuera de ese juego siempre y cuando el país siga haciendo negocios.

Como dice Gabriel Ziblat en su columna de hoy en MDZMilei acelera medidas y cambios. El presidente no tiene otra opción en su dinámica de gobierno que se apoya en el voto de los desencantados con los resultados que la política le dio al país en los últimos 30 años y pide reformas de fondo.

La velocidad y la intensidad de las decisiones es lo que marcará la diferencia en estos meses que vienen. Milei recibe noticias de Luis Caputo y casi todos los economistas del país sobre la baja de inflación sobre todo en los últimos 15 días de marzo y lo que estuvo sucediendo en la primera semana de abril. Todos piden precaución porque está claro que a una inflación alta de marzo pero en descenso que puede estar rondando los 12 puntos habrá que sumarle ahora las subas en tarifas y otros regulados que tendrán un duro impacto en los bolsillos.

Mas allá de ese impacto podría estar llegando dentro de dos meses el punto de inflexión que tanto esperan tanto en el ministerio de Economía como en el espíritu de casi todos los argentinos. Para ser claros: hacia julio, creen en la Casa Rosada podrían unirse dos líneas que se dividieron fuertemente en diciembre: la que marca la evolución de la inflación y la que refleja el poder adquisitivo de los salarios, todo en relación directa con el nivel de actividad económica.

La expectativa de un tiempo en el que el ajuste comience a terminar y arranque el momento de la reactivación ahora encuentra una fecha posible a mediados de año y eso acelera más la decisión de Milei de apurar reformas para hacer lo más corto posible el esfuerzo. El Gobierno lo necesita no solo para mantener la gobernabilidad, avanzar en la apertura de mercados, abrir el cepo y volver a las relaciones financieras normales con el exterior, sino también para soñar con el armado político para las elecciones legislativas del año próximo, estrategia que organiza Karina Milei.

Frente a eso Milei resuelve acelerar a fondo. ¿Qué habrá que esperar entonces para los próximos días? En primer lugar vendrán negociaciones más duras con socios y enemigos en el Congreso para avanzar con la nueva Ley Ómnibus y el capítulo fiscal con el regreso de Ganancias sobre los salarios más altos.

También hay que esperar una profundización de algunos anuncios en materia de privatizaciones, cierre de organismos públicos y reducción de personal del Estado. Milei ordenó avanzar a fondo con el sistema de medios  públicos, por ejemplo con el cierre de la agencia Télam que, de acuerdo  a lo que se confirmó por estos días, no quedaría ni siquiera con un formato residual. Lo mismo sucederá con los fondos fiduciarios y fideicomisos que proveen noticias de corrupción y escándalo todos los días.

El nivel de arbitrariedad en el manejo del dinero y los recursos públicos que se vio en Nación Seguros aporta parte del combustible que el Gobierno necesita para avanzar con la motosierra. Inclusive cuando comete errores graves como haber ascendido a gerente general de esa empresa a un hombre como Mauro Tanos ligado directamente a La Cámpora y la administración de Alberto Fernández que habilitó el escandaloso negocio de los brókers privados de seguros metidos adentro de la aseguradora estatal. También en esto Milei quiere demostrar pragmatismo: no hará lo mismo que el kirchnerismo a la hora de proteger funcionarios. Y la regla no corre solo para los agentes heredados de administraciones anteriores:  todos los integrantes del Gobierno deberán estar preparados para ser eyectados en cualquier momento si no tocan la música que ordena el director de orquesta.

Fuente: Mendoza online

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