Hamilton versus Vettel, el duelo inédito que regala la Fórmula 1

Entre los dos reúnen más victorias que las que consiguió Michael Schumacher, el máximo vencedor de la historia de la Fórmula 1 . Las 54 de Lewis Hamilton más las 43 de Sebastián Vettel suman 97, seis más que las 91 del legendario Schumi. Representan a las marcas más prestigiosas de la disciplina, Mercedes y Ferrari. Este año cumplirán, cada uno, los 200 Grandes Premios en la máxima categoría. Y, curiosamente, pese a haber conquistado siete de los últimos nueve campeonatos del mundo -desde 2008 solo no ganaron los de 2009 y 2016- nunca protagonizaron un duelo mano a mano por el título como el que ya animan en esta temporada.

Es una antigua rivalidad que nunca se planteó en estos términos. El saludo amistoso de Hamilton, que acababa de vencer el Gran Premio de China, a Vettel, mientras éste saludaba a sus mecánicos, fue un ejemplo de conducta deportiva que marca, además, que el inglés prefiere el combate con un piloto de otra escudería, agotado tras tres años de guerra interna en Mercedes a la que su ex compañero Nico Rosberg le puso fin concretando su retiro, a poco de haber ganado el campeonato mundial del año pasado.

El carácter de la Fórmula 1 de los últimos años, con escuadras dominantes que dejaron poco a la competencia, provocó que este duelo sea de alguna manera inédito. Con el dominio de Mercedes en la era híbrida, Hamilton solo tuvo como enemigo a Rosberg en los torneos de 2014 y 2015, que terminó logrando; lo mismo sucedió en la era gloriosa del RedBull Racing, con los coches diseñados por Adrian Newey para calzar a la perfección con el manejo de Vettel.

Entre 2010 y 2013, los desafiantes del alemán fueron su compañero Mark Webber o el español Fernando Alonso, que todavía conducía para Ferrari. Solo en 2010, cuando Hamilton llegó al final del certamen con lejanas posibilidades matemáticas de coronarse, hubo un atisbo de cruce. En 2008, el año en el que el inglés conquistó la corona en la última curva de la última vuelta de la última carrera del año, en Brasil, su gran rival fue el local Felipe Massa. Por eso, ahora el duelo es directo por primera vez.

Al quedarse con el GP de China por quinta ocasión en el historial, Hamilton alcanzó en la vanguardia del torneo a Vettel, que había vencido la primera prueba del año, en Australia, dos semanas atrás. Ambos tienen ahora 43 puntos, productos de un triunfo y el segundo lugar respectivo detrás del rival. Así como en Melbourne el inglés cedió a Vettel la vanguardia en los boxes, en esta oportunidad una parada repentina del piloto de Ferrari en la primera vuelta acabó jugándole en contra. Así terminó la carrera andando tan fuerte como el astro de Mercedes, pero a una diferencia de entre seis y ocho segundos que le impidió repetir el triunfo. Lo reconoció el propio Hamilton: «Anduvimos las últimas 20 vueltas a fondo; si no hubiera sido por el safety-car del comienzo, habríamos peleado mano a mano».

Con ese mismo sentido deportivo con el que saludó a su derrotado, el inglés opinó que este campeonato 2017, con autos más potentes y difíciles de conducir, en el que Ferrari recortó buena parte de la ventaja que Mercedes amasó durante los tres años anteriores, «va a ser, si no el más peleado, uno de los más reñidos que yo haya vivido», en lo que se interpretó también como un mensaje por elevación a Rosberg, que aún retirado sigue con atención el Mundial desde su domicilio en Mónaco.

Para el inglés, este año será uno de «enorme y respetuosa competencia» contra Vettel. «Estoy ansioso por ver cómo se desarrolla esta lucha con Ferrari. Ha hecho un gran trabajo y es genial luchar con ellos», declaró en el mismo podio.

El número 1 de Ferrari, que perdió tiempo detrás de su compañero Kimi Raikkonen y luego consumó una extraordinaria maniobra superando por afuera a Daniel Ricciardo, prefirió «festejar este gran resultado» antes que proyectar la lucha que viene.

Bahrein, el próximo domingo, será escenario del tercer round. Con más calor, la Ferrari podría funcionar mejor. Mercedes tiene dos o tres décimas de segundo a favor en clasificación, pero en carrera los rendimientos son similares. Ideal para una temporada que puede acabar como clásica en la historia de la Fórmula 1.

Fuente: La Nación