Como el tiempo, el calendario electoral de este año es tirano. Sobre todo para Elisa Carrió: el 30 de abril será el último día para que la líder de la Coalición Cívica defina por cuál distrito competirá en las elecciones de octubre próximo. Ese día cierra el plazo para realizar cambios en el padrón, por lo que Carrió deberá apurar el trámite de cambio de domicilio si pretende ser la candidata a senadora nacional de Cambiemos por Buenos Aires.
La líder de la CC está actualmente empadronada en la Capital, pero hace dos años se mudó a Exaltación de la Cruz, en Buenos Aires. Como no hizo el cambio de domicilio todavía, hoy sólo podría ser candidata por la ciudad o por Chaco, de donde es oriunda. La provincia de Buenos Aires es una posibilidad que, por ahora, le es vedada.
Que Carrió no haya hecho todavía el cambio de domicilio fue una decisión deliberada. Un fuerte debate interno agita por estos días a la plana mayor de Cambiemos, donde hay quienes, como el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, pugnan para que Carrió compita en la Capital. De esta manera, truncaría la candidatura a diputado nacional de Martín Lousteau, embajador en Estados Unidos y adversario confeso de Rodríguez Larreta en la ciudad.
En cambio, el «ala política» de Cambiemos, encarnada por dirigentes de la UCR, de Pro y de la CC, batallan para que la diputada sea candidata a senadora por Buenos Aires. En rigor, ése es el deseo íntimo de Carrió, pero se topa con la resistencia de la gobernadora María Eugenia Vidal y del jefe de Gabinete, Marcos Peña.
Vidal le había prometido esa postulación a Jorge Macri, primo del presidente Mauricio Macri e intendente de Vicente López. Carrió detesta a Jorge Macri y ya sentenció que no sólo no compartirá una lista electoral con él, sino que pugnará para que él no sea el candidato de Cambiemos.
Peña, en tanto, es un convencido de que Cambiemos no tiene necesidad de exponer figuras rutilantes como candidatos, ya que bastará con la imagen positiva de Vidal en las encuestas y la polarización electoral que el Gobierno construirá con el kirchnerismo en Buenos Aires. «Eso es una ingenuidad. Si la candidata del PJ es Cristina Kirchner, la única capaz de ganarle es Lilita», insisten en el «ala política» de la coalición.
Lo cierto es que el oficialismo no tiene demasiado tiempo para especulaciones. «Para ser candidato de un determinado distrito debe estar empadronado en ese distrito. El padrón, con todas sus incorporaciones y cambios, cierra el 30 de abril», sentenció una importante fuente de la justicia electoral consultada por LA NACION.
Los plazos se acortan dramáticamente para Cambiemos: antes de fin del próximo mes deberá revelar su estrategia electoral en los dos principales distritos del país (Buenos Aires y la Capital). Corren en desventaja respecto de sus rivales de la oposición, que no manifestaron hasta ahora problemas ni indecisiones sobre sus domicilios. Según el calendario electoral, el plazo para inscribir las precandidaturas vence el 22 de mayo.
Los días corren y la propia Carrió ya insinuó su ansiedad. «La fecha límite será Semana Santa. Ya para entonces habrá una definición», aseguran en el entorno de la diputada.
Fuente: La Nación
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