Aostumbrada a publicar extensos comunicados en sus diferentes cuentas de redes sociales, esta vez, la ex presidenta Cristina Kirchner optó por ser breve, pero sin dejar la ironía de lado. De forma concisa, respondió a la decisión de la Cámara de Casación Penal:»Ahora me acusan de encubrir el atentado de la AMIA ocurrido hace 22 años y medio! Lo único que les falta es acusarme de la muerte de Kennedy».
Fue la única referencia a la que apeló la ex presidenta, una de las implicadas en la denuncia que hizo Alberto Nisman. Tampoco hubo demasiado eco en el resto del kirchnerismo. Entre los involucrados en la denuncia, sólo el piquetero Luis D’Elía se pronunció y denunció una maniobra de «persecución política».
Entre los pocos dirigentes que opinaron, el ex titular de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual Martín Sabbatella definió la decisión de la Justicia como parte de una «burda, evidente y grave maniobra de persecución contra Cristina». Y aseguró: «Es un total disparate que quieran reabrir la causa que ya había sido rechazada en cinco oportunidades y totalmente desestimada por determinarse la inexistencia de delito».
Además, Sabbatella fustigó al presidente Mauricio Macri y denunció «un plan de persecución contra Cristina, y contra todo militante o dirigente kirchnerista que encabeza el gobierno nacional con el apoyo logístico de lo peor del Poder Judicial y de la mayor corporación mediática del país».
De forma similar, el diputado bonaerense por el Movimiento Evita Fernando «Chino» Navarro cuestionó: «Hubo varios pronunciamientos judiciales anteriores donde se desestimó la denuncia porque no había sustento jurídico. Esto parece más un best-seller de verano, porque hay muchas conjeturas y pocos argumentos».
D’Elía escribió en Twitter: «En el plan Cóndor 2 utilizan continentalmente los partidos judicial y medíatico para eliminar opositores y restringir la democracia».
LA NACION intentó, sin éxito, comunicarse con el diputado camporista Andrés «Cuervo» Larroque y el líder de Quebracho Fernando Esteche, también imputados en la denuncia del fallecido fiscal como parte del supuesto encubrimiento a Irán en la causa AMIA.
Las posturas en el tribunal
Mariano Borinsky
Camarista
El magistrado consideró que la decisión de no darle curso a la investigación sobre la denuncia fue prematura porque fue imposible realizar una adecuada valoración de la prueba. También sostuvo que la decisión había sido arbitraria y parcial porque la Justicia habría priorizado el dictamen realizado por la Procuración del Tesoro (cercana a Cristina Kirchner) por sobre lo reclamado por la querella.
Gustavo Hornos
Camarista
El juez también impulsó la apertura de la denuncia de Nisman al valorar positivamente los nuevos elementos agregados a la causa, que fueron presentados por la DAIA.
Hornos mencionó, por un lado, las grabaciones telefónicas entre el ex canciller Héctor Timerman y un directivo de la DAIA y, por el otro, la denuncia sobre la inconstitucionalidad del memorandum con Irán firmado por Cristina Kirchner.
Ana María Figueroa
Camarista
Aunque con otros matices, la magistrada también apoyó -junto a sus otros dos colegas- la decisión de investigar la denuncia presentada por Nisman. Sin embargo, Figueroa adelantó que según su consideración no existe delito en la prueba presentada en la denuncia por el entonces fiscal. La jueza ratificó, además, la importancia del rol de la DAIA como querellante en la causa.Los tres jueces pidieron que se investigue la denuncia.
Fuente: La Nación
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