Las finales tienen siempre un héroe. Y no siempre es el héroe que todos imaginan. Pudo ser esta final de la Copa Sudamericana el broche de oro para la carrera de Lautaro Acosta, el último gran ídolo del pueblo granate, pero no hubo cierre redondo para el Laucha, que tiró el penal de la gloria a las nubes. Tuvo que sufrir todavía un poco más Lanús. Pero no mucho. Es que en el arco estuvo Nahuel Losada, nacido hace 32 años en Berisso, en las afueras de La Plata. Una garantía que se convirtió en prócer de esta conquista que nadie olvidará en una buena porción del Sur del GBA.
Tres tapadas providenciales en los 120 minutos de juego en el Defensores del Chaco -la última, en el suplementario y en un mano a mano con Biel, fue monumental-. Tres penales atajados en la serie que coronó al buen equipo de Mauricio Pellegrino. El primero al tibio Hulk, el segundo al tímido Biel, otra vez, y el tercero a Vítor Hugo, que se la tiró a las manos. Así, a pura volada, este gringo rubio, de ojos celestes y casi un metro noventa, entró en la historia de Lanús como el héroe menos pensado.
“Remé mucho para estar acá. Me pongo a pensar en los momentos en los que nadie daba dos mangos por mí. Mirá el trabajo dónde me puso. El mensaje es claro: que la sigan remando que el fútbol paga. Las oportunidades no se me daban, pero algunos se la jugaron por mí y este campeonato es un poco para ellos”, relató emocionado Losada
Y sí. Su carrera estuvo repleta de obstáculos. Se formó en las divisiones menores de Estudiantes de La Plata, pero se le hizo difícil encontrar su lugar. Préstamos a Unión de Mar del Plata y Atlanta y un efímero regreso al Pincha para al menos cumplir con el sueño de debutar en Primera. Fue apenas un partido porque otra vez fue prestado.
El destino fue All Boys. Era por apenas seis meses, pero en Floresta la rompió. Y un grupo de socios decidió hacer una vaquita para comprarle el pase. Y desde ahí, desde la Primera Nacional, empezó a subir la cuesta que cinco años después lo llevaría a la cumbre.
Fue a probar suerte al Deportivo Pasto de Colombia. No le fue mal, pero regresó al Albo y enseguida llamó la atención de Belgrano de Córdoba, un grande que había caído a la máxima categoría del ascenso. Ahí, en el Pirata, se hizo importante. Figura en el retorno a Primera, con buenas actuaciones consistentes, Lanús puso el ojo en él. Es lógico, el club del Sur del Gran Buenos Aires no falla a la hora de reclutar. Y el tipo, agradecido, le devolvió la confianza. Nadie se olvidará de la noche en que Losada se convirtió en héroe.https://www.youtube.com/embed/SkmIlTbq4ro?si=wPeVIHnH-wBKiJM4&enablejsapi=1&origin=https%3A%2F%2Fwww.clarin.com
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Fuente: Clarín.com

Juan Nicolás Branz
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