Desde hace décadas, nuestro país se ha caracterizado por cobijar a un crisol de razas, una formulación que hoy se cuestiona cuando se afirma que “las razas no existen” más que como rasgos genéticos o fenotípicos diferentes. Negar desde la ciencia la existencia de razas no sirve para desactivar nefastos comportamientos discriminatorios contrarios a nuestra tradición de convivencia multicultural y a una Constitución que garantiza también la libertad de culto.
El 10 del mes último, alumnos de sexto año de la Escuela Humanos, del partido de Esteban Echeverría, en viaje de egresados a Bariloche, profirieron cánticos antisemitas en el ómnibus en que viajaban de la empresa Baxtter. Las imágenes registradas por los celulares de los propios adolescentes se viralizaron en redes sociales días después y encendieron lógicos rechazos. En ellas se observa no solo a los jóvenes, sino también a dos adultos que serían el padre de un alumno y el coordinador de la empresa organizadora, arengando a los menores. “Hoy quemamos judíos” vociferaban injuriosa y desaprensivamente los jóvenes, a edades fácilmente cooptadas por falsos y peligrosos ideales.
Unos 150 alumnos del colegio ORT habían compartido hotel con 30 del colegio Humanos y, según relataron padres de los estudiantes agraviados, allí comenzaron a registrarse situaciones de violencia.
La empresa manifestó su categórico rechazo por las intolerantes expresiones, anunció el despido del cuestionado coordinador y prometió reforzar la capacitación del personal para evitar futuros episodios. La escuela Humanos repudió enérgicamente el accionar de sus alumnos, de la empresa organizadora y del coordinador a cargo, reafirmando el compromiso de construir “una comunidad más humana e inclusiva”.
La primera denuncia penal la radicó Jorge Monastersky, por actos discriminatorios y discursos de odio en el contexto de la ley 23.592. La imputabilidad corre a partir de los 16 años y, dado que la responsabilidad penal siempre es personal, será necesario identificar con precisión a quienes profirieron semejantes atrocidades.
Empezando por el presidente Javier Milei, casi todo el arco político también manifestó su rechazo. El ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, denunció a los responsables por instigación a cometer delitos y discriminación, mientras
que la Secretaría de Industria y Comercio del Ministerio de Economía imputó a la empresa Baxtter por “trato indigno y discriminatorio”.
“La empresa ya fue notificada de la imputación realizada por la Subsecretaría de Defensa del Consumidor y Lealtad Comercial y tendrá cinco días para realizar su descargo. En caso de ser sancionada, se aplicarían las multas previstas en la ley de defensa del consumidor, de hasta 2100 millones de pesos”, informó la citada dependencia mediante un comunicado.
Episodios como el que nos ocupa vuelven nuestra atención a la cuestión educativa, de manera extensa, tanto en lo institucional como en lo familiar. Muchos de los jóvenes que actúan de esa forma son producto de una sociedad en la que el respeto a la diversidad que tanto se declama sigue estando ausente. Además, suelen creer que los propios actos no conllevan consecuencias, amparados por una realidad que tiende a darles la razón. Deberán aprender que los delitos tienen consecuencias y que estas se pagan.
A las sanciones penales para quienes corresponda hay que sumar un intenso trabajo escolar que sirva para erradicar las conductas discriminatorias, incluyendo cursos de concientización, talleres sobre el Holocausto y visitas al museo de la Shoa, entre otras posibles acciones, que promuevan la convivencia, el respeto y la inclusión para que hechos como los acaecidos no se repitan. Adentrarse desde las aulas, con mirada sensible, en episodios tan dolorosos como los ataques ocurridos el 7 de octubre 2023 en Israel debe servir también para sacudir la ignorancia y despertar las conciencias de jóvenes alumnos. El valor ejemplificador de las conductas adultas es indiscutido y ha sido particularmente preocupante la participación de dos mayores en este repudiable comportamiento.
Fuente: La Nación
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