Europa reafirmó su hegemonía de los últimos años en la Ryder Cup, la competencia más prestigiosa del mundo del golf, al derrotar por 15 a 13 a Estados Unidos en la 45ª edición del tradicional certamen, que se disputó el fin de semana en el campo Bethpage Black de Nueva York y en la que el comportamiento abusivo y violento de un grupo de fanáticos locales generó enojo y fuertes críticas del equipo campeón, sobre todo de su gran figura, Rory McIlroy.
El norirlandés soportó una avalancha de insultos que abarcaron desde aspectos de su vida personal hasta sus fracasos en las canchas de golf. Pero lo que más enojó al ganador de cinco Majors fue la agresión que sufrió su esposa Erica, quien fue golpeada por un vaso de cerveza arrojado por una persona de la multitud. «Lo que sucedió acá esta semana es inaceptable», aseguró.
La agresión a la mujer de McIlroy -que tenía en realidad como blanco al golfista, según se «justificó» quien lanzó el vaso- ocurrió durante el duelo de fourball que el número dos del mundo le ganó junto a su amigo Shane Lowry a Justin Thomas y Cameron Young. Ese día, el norirlandés había sido cauteloso al hablar sobre el comportamiento de los espectadores. «La gente puede juzgar por sí misma si se pasó de la raya o no», comentó. Pero tras el festejo final y ya con la copa en sus manos, se descargó.https://b8f92a723838c01d45b19e4c6caac9a0.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-45/html/container.html
«Debería estar prohibido, pero esta semana no lo estuvo. Erica está bien. Es una mujer fuerte. Ha manejado todo lo ocurrido esta semana con clase, aplomo y dignidad, como siempre ha hecho. Vamos a disfrutar celebrando este triunfo», comentó Rory.
Lowry, quien asumió el papel de guardaespaldas mientras las tensiones aumentaban el sábado, contó: «Estuve los dos dos días junto a Erica y la cantidad de insultos que recibió fue asombrosa«.https://platform.twitter.com/embed/Tweet.html?dnt=false&embedId=twitter-widget-0&features=eyJ0ZndfdGltZWxpbmVfbGlzdCI6eyJidWNrZXQiOltdLCJ2ZXJzaW9uIjpudWxsfSwidGZ3X2ZvbGxvd2VyX2NvdW50X3N1bnNldCI6eyJidWNrZXQiOnRydWUsInZlcnNpb24iOm51bGx9LCJ0ZndfdHdlZXRfZWRpdF9iYWNrZW5kIjp7ImJ1Y2tldCI6Im9uIiwidmVyc2lvbiI6bnVsbH0sInRmd19yZWZzcmNfc2Vzc2lvbiI6eyJidWNrZXQiOiJvbiIsInZlcnNpb24iOm51bGx9LCJ0ZndfZm9zbnJfc29mdF9pbnRlcnZlbnRpb25zX2VuYWJsZWQiOnsiYnVja2V0Ijoib24iLCJ2ZXJzaW9uIjpudWxsfSwidGZ3X21peGVkX21lZGlhXzE1ODk3Ijp7ImJ1Y2tldCI6InRyZWF0bWVudCIsInZlcnNpb24iOm51bGx9LCJ0ZndfZXhwZXJpbWVudHNfY29va2llX2V4cGlyYXRpb24iOnsiYnVja2V0IjoxMjA5NjAwLCJ2ZXJzaW9uIjpudWxsfSwidGZ3X3Nob3dfYmlyZHdhdGNoX3Bpdm90c19lbmFibGVkIjp7ImJ1Y2tldCI6Im9uIiwidmVyc2lvbiI6bnVsbH0sInRmd19kdXBsaWNhdGVfc2NyaWJlc190b19zZXR0aW5ncyI6eyJidWNrZXQiOiJvbiIsInZlcnNpb24iOm51bGx9LCJ0ZndfdXNlX3Byb2ZpbGVfaW1hZ2Vfc2hhcGVfZW5hYmxlZCI6eyJidWNrZXQiOiJvbiIsInZlcnNpb24iOm51bGx9LCJ0ZndfdmlkZW9faGxzX2R5bmFtaWNfbWFuaWZlc3RzXzE1MDgyIjp7ImJ1Y2tldCI6InRydWVfYml0cmF0ZSIsInZlcnNpb24iOm51bGx9LCJ0ZndfbGVnYWN5X3RpbWVsaW5lX3N1bnNldCI6eyJidWNrZXQiOnRydWUsInZlcnNpb24iOm51bGx9LCJ0ZndfdHdlZXRfZWRpdF9mcm9udGVuZCI6eyJidWNrZXQiOiJvbiIsInZlcnNpb24iOm51bGx9fQ%3D%3D&frame=false&hideCard=false&hideThread=false&id=1972395252318122071&lang=es&origin=https%3A%2F%2Fwww.clarin.com%2Fdeportes%2Fryder-cup-final-clima-futbolero-descalificaciones-insultos-cerveza-cabeza-mujer-mcilroy_0_oznBe5LPfs.html&sessionId=73bfca2ed1119533cdd6ffadcb8c9dc689c0c0d8&theme=light&widgetsVersion=2615f7e52b7e0%3A1702314776716&width=550px
Los europeos sabían que jugarían en un clima hostil en Nueva York. Es más, el capitán Luke Donald les había dado a sus jugadores anteojos de realidad virtual para entrenar, así se acostumbraban al ruido. Pero lo que pasó fue más «vulgar y desagradable» de lo esperado.
La presencia el viernes de Donald Trump, que tuvo una mejor recepción de la gente que en su visita a la final del US Open de tenis hace algunas semanas, calentó aún más el duelo, disputado en momentos de tensión entre la Unión Europea y Estados Unidos por la política comercial del presidente del país norteamericano. Y la hostilidad fue creciendo a medida que Europa fue construyendo una gran ventaja en los primeros dos días, que cerró arriba 11,5 a 4,5.
McIlroy fue el «enemigo número 1» de los estadounidenses, que hicieron todo lo posible para sacarlo de su juego. Le recordaron su putt fallido que le costó el título del US Open en Pinehurst en 2024. Se burlaron de su estatura y de su herencia irlandesa. Y lo atacaron con canciones o insultos, que no cesaban ni cuando él se preparaba para pegarle a la pelota ni cuando ejecutaba un golpe.
El norirlandés mantuvo la compostura como pudo, pero en un par de ocasiones reaccionó, maldiciendo a sus acosadores o alejándose de un tiro hasta que las masas alborotadas se calmaran. El sábado, les dijo a los ruidosos fanáticos que «se callaran» antes de acercar su golpe a tres pies para preparar un putt decisivo en un partido de foursome. Y cuando una persona gritó: «¡No sos tan bueno, Rory!«, él respondió: «Soy muy bueno».https://platform.twitter.com/embed/Tweet.html?dnt=false&embedId=twitter-widget-1&features=eyJ0ZndfdGltZWxpbmVfbGlzdCI6eyJidWNrZXQiOltdLCJ2ZXJzaW9uIjpudWxsfSwidGZ3X2ZvbGxvd2VyX2NvdW50X3N1bnNldCI6eyJidWNrZXQiOnRydWUsInZlcnNpb24iOm51bGx9LCJ0ZndfdHdlZXRfZWRpdF9iYWNrZW5kIjp7ImJ1Y2tldCI6Im9uIiwidmVyc2lvbiI6bnVsbH0sInRmd19yZWZzcmNfc2Vzc2lvbiI6eyJidWNrZXQiOiJvbiIsInZlcnNpb24iOm51bGx9LCJ0ZndfZm9zbnJfc29mdF9pbnRlcnZlbnRpb25zX2VuYWJsZWQiOnsiYnVja2V0Ijoib24iLCJ2ZXJzaW9uIjpudWxsfSwidGZ3X21peGVkX21lZGlhXzE1ODk3Ijp7ImJ1Y2tldCI6InRyZWF0bWVudCIsInZlcnNpb24iOm51bGx9LCJ0ZndfZXhwZXJpbWVudHNfY29va2llX2V4cGlyYXRpb24iOnsiYnVja2V0IjoxMjA5NjAwLCJ2ZXJzaW9uIjpudWxsfSwidGZ3X3Nob3dfYmlyZHdhdGNoX3Bpdm90c19lbmFibGVkIjp7ImJ1Y2tldCI6Im9uIiwidmVyc2lvbiI6bnVsbH0sInRmd19kdXBsaWNhdGVfc2NyaWJlc190b19zZXR0aW5ncyI6eyJidWNrZXQiOiJvbiIsInZlcnNpb24iOm51bGx9LCJ0ZndfdXNlX3Byb2ZpbGVfaW1hZ2Vfc2hhcGVfZW5hYmxlZCI6eyJidWNrZXQiOiJvbiIsInZlcnNpb24iOm51bGx9LCJ0ZndfdmlkZW9faGxzX2R5bmFtaWNfbWFuaWZlc3RzXzE1MDgyIjp7ImJ1Y2tldCI6InRydWVfYml0cmF0ZSIsInZlcnNpb24iOm51bGx9LCJ0ZndfbGVnYWN5X3RpbWVsaW5lX3N1bnNldCI6eyJidWNrZXQiOnRydWUsInZlcnNpb24iOm51bGx9LCJ0ZndfdHdlZXRfZWRpdF9mcm9udGVuZCI6eyJidWNrZXQiOiJvbiIsInZlcnNpb24iOm51bGx9fQ%3D%3D&frame=false&hideCard=false&hideThread=false&id=1971952624846156086&lang=es&origin=https%3A%2F%2Fwww.clarin.com%2Fdeportes%2Fryder-cup-final-clima-futbolero-descalificaciones-insultos-cerveza-cabeza-mujer-mcilroy_0_oznBe5LPfs.html&sessionId=73bfca2ed1119533cdd6ffadcb8c9dc689c0c0d8&theme=light&widgetsVersion=2615f7e52b7e0%3A1702314776716&width=550px
Lowry también entró en el juego, increpó a los espectadores, discutió con los que más los insultaban y lanzó un insulto a la multitud después de embocar un putt crucial, golpeándose el pecho.
Consumada la victoria de los europeos, McIlroy hizo un análisis muy crítico de lo que había vivido.
«Creo que el golf debería mantenerse a un estándar más alto que lo que se vio ahí fuera esta semana. El golf tiene la capacidad de unir a las personas. Te enseña muy buenas lecciones de vida. Te enseña etiqueta. Te enseña a jugar según las reglas. Te enseña a respetar a las personas. Esta semana no vimos eso siempre. Así que no, esto no debería ser lo aceptable», reflexionó el norirlandés.
Los culpables, señaló, fueron la minoría en medio de una multitud llena de «verdaderos fanáticos del golf» que eran «respetuosos y dejaban que ambos equipos tuvieran la misma oportunidad de golpear y jugar».
Y cerró: «Nos aseguraremos de decirles a nuestros fanáticos en Irlanda en 2027 (la próxima edición) que lo que sucedió aquí esta semana no es aceptable».https://b8f92a723838c01d45b19e4c6caac9a0.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-45/html/container.htmlhttps://platform.twitter.com/embed/Tweet.html?dnt=false&embedId=twitter-widget-2&features=eyJ0ZndfdGltZWxpbmVfbGlzdCI6eyJidWNrZXQiOltdLCJ2ZXJzaW9uIjpudWxsfSwidGZ3X2ZvbGxvd2VyX2NvdW50X3N1bnNldCI6eyJidWNrZXQiOnRydWUsInZlcnNpb24iOm51bGx9LCJ0ZndfdHdlZXRfZWRpdF9iYWNrZW5kIjp7ImJ1Y2tldCI6Im9uIiwidmVyc2lvbiI6bnVsbH0sInRmd19yZWZzcmNfc2Vzc2lvbiI6eyJidWNrZXQiOiJvbiIsInZlcnNpb24iOm51bGx9LCJ0ZndfZm9zbnJfc29mdF9pbnRlcnZlbnRpb25zX2VuYWJsZWQiOnsiYnVja2V0Ijoib24iLCJ2ZXJzaW9uIjpudWxsfSwidGZ3X21peGVkX21lZGlhXzE1ODk3Ijp7ImJ1Y2tldCI6InRyZWF0bWVudCIsInZlcnNpb24iOm51bGx9LCJ0ZndfZXhwZXJpbWVudHNfY29va2llX2V4cGlyYXRpb24iOnsiYnVja2V0IjoxMjA5NjAwLCJ2ZXJzaW9uIjpudWxsfSwidGZ3X3Nob3dfYmlyZHdhdGNoX3Bpdm90c19lbmFibGVkIjp7ImJ1Y2tldCI6Im9uIiwidmVyc2lvbiI6bnVsbH0sInRmd19kdXBsaWNhdGVfc2NyaWJlc190b19zZXR0aW5ncyI6eyJidWNrZXQiOiJvbiIsInZlcnNpb24iOm51bGx9LCJ0ZndfdXNlX3Byb2ZpbGVfaW1hZ2Vfc2hhcGVfZW5hYmxlZCI6eyJidWNrZXQiOiJvbiIsInZlcnNpb24iOm51bGx9LCJ0ZndfdmlkZW9faGxzX2R5bmFtaWNfbWFuaWZlc3RzXzE1MDgyIjp7ImJ1Y2tldCI6InRydWVfYml0cmF0ZSIsInZlcnNpb24iOm51bGx9LCJ0ZndfbGVnYWN5X3RpbWVsaW5lX3N1bnNldCI6eyJidWNrZXQiOnRydWUsInZlcnNpb24iOm51bGx9LCJ0ZndfdHdlZXRfZWRpdF9mcm9udGVuZCI6eyJidWNrZXQiOiJvbiIsInZlcnNpb24iOm51bGx9fQ%3D%3D&frame=false&hideCard=false&hideThread=false&id=1972652776015454264&lang=es&origin=https%3A%2F%2Fwww.clarin.com%2Fdeportes%2Fryder-cup-final-clima-futbolero-descalificaciones-insultos-cerveza-cabeza-mujer-mcilroy_0_oznBe5LPfs.html&sessionId=73bfca2ed1119533cdd6ffadcb8c9dc689c0c0d8&theme=light&widgetsVersion=2615f7e52b7e0%3A1702314776716&width=550px
Los europeos, igual, también «rompieron» la etiqueta luego de asegurarse el título, el noveno en 12 ediciones disputadas en este siglo y apenas el quinto de visitante desde que comenzaron a competir como Europa en 1979 (en sus inicios jugaba solo Gran Bretaña y entre 1973 y 1977 se sumó Irlanda).
Ursula von der Leyen, presidenta de la Unión Europea, celebró la victoria con una indirecta hacia Trump. «Felicitaciones al Team Europa por su increíble hazaña de retener la Ryder Cup. Un brillante ejemplo del espíritu de equipo y unidad de los europeos. Algo que no se puede comprar con dinero», escribió en Twitter.
En tanto, el equipo le dedicó una canción al presidente estadounidense. «¿Estás viendo? ¿Estás viendo? ¿Estás viendo a Donald Trump?», cantaron los jugadores y el capitán en un video que se hizo viral en Twitter. El primer mandatario les respondió: «Sí, lo estoy viendo. íFelicidades!».
Fuente: Clarín.com
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