Milei replantea su campaña: apaciguar la interna y recuperar la épica de 2023, los retos de Pilar Ramírez en su nuevo papel

Si bien Javier Milei está lejos de controlar la crisis que desató la derrota electoral en Buenos Aires, La Libertad Avanza (LLA) intenta rearmarse políticamente para recuperar el pulso y la agenda cuando faltan cinco semanas para las legislativas del 26 de octubre, que se convirtieron en una escala crucial para el Gobierno.

Dado que la Casa Rosada ató su suerte al resultado del primer test nacional que atravesará en las urnas el proyecto de Milei, los armadores electorales del oficialismo replantean el tono del discurso y revisan su estrategia de campaña en todo el país para subsanar las dificultades que tuvo LLA en los comicios bonaerenses del 7 de septiembre, donde el kirchnerismo se impuso por casi catorce puntos.

Uno de los cambios más resonantes que ensayó la Casa Rosada después del duro revés que recibió en el distrito más decisivo del país fue la promoción de Pilar Ramírez, el brazo ejecutor de Karina Milei en la Capital, el emblemático bastión de Pro, como nueva “coordinadora” de la campaña nacional de LLA. El ascenso o empoderamiento de Ramírez como la nueva encargada de articular el esquema político de los Milei a nivel nacional fue leído en clave interna. Es que apenas se oficializó el nuevo reparto de funciones, un sector del Gobierno dejó trascender que la legisladora porteña ocuparía parte del rol de tejido de Eduardo “Lule” Menem, subsecretario general de la Presidencia y principal operador de Karina Milei. El primo de Martín Menem, titular de la Cámara de Diputados, es uno de los funcionarios apuntados por el escándalo del caso Spagnuolo.

La legisladora comenzó a tallar en el círculo de confianza de Karina Milei desde antes de que LLA llegara a la Casa Rosada. Junto a su marido Darío Wasserman, vicedirector del Banco Nación, fue anfitriona de cenas o encuentros sociales en su casa en los que los hermanos desglosaban su plan presidencial. Ambos se encargaron de nutrir su agenda de contactos con el mundo político y empresario.

Pilar Ramírez, junto a Patricia Bullrich y Karina Milei
Pilar Ramírez, junto a Patricia Bullrich y Karina Milei

De buena llegada a los integrantes del “triángulo de hierro”, Ramírez fue premiada porque logró pacificar la tribu de LLA en la Capital tras la expulsión de Ramiro Marra, uno de los fundadores de la fuerza que llevó a Milei a la presidencia, y selló una tregua con Mauricio Macri para confluir en las legislativas de octubre. Además, estuvo al frente de la campaña en el único distrito donde los libertarios pudieron festejar un triunfo electoral propio en 2025. Fue el 18 de mayo pasado, cuando Manuel Adorni cosechó el 30% de los votos, superó al PJ y relegó a Silvia Lospennato (Pro) al tercer puesto.

A diferencia de Sebastián Pareja, el titular de LLA en Buenos Aires y uno de los detractores de “Las fuerzas del Cielo”, la agrupación militante liderada por Daniel Parisini, alias “Gordo Dan”, que aglutina a los influencers de las milicias digitales, Ramírez consiguió convivir en armonía con Caputo durante la campaña porteña. La exfuncionaria de Aerolíneas Argentinas durante la gestión del camporista Mariano Recalde también posee lazos con los Menem. De hecho, Wasserman ostenta un vínculo cercano con “Lule” y el resto del clan Menem.

La necesidad de sumar votos y apaciguar la tensa puja entre bandas de LLA potenció el papel de Ramírez.

Apaciguar la interna, el primer reto

En un momento de extrema fragilidad para el Gobierno, por la crisis cambiaria y la feroz batalla de poder que provocó la debacle bonaerense, Ramírez tendrá solo cuarenta días para desarrollar una tarea crucial y nada fácil: tomar el control de la campaña y frenar la fuga de votos.

Es sabido que Caputo, el gurú de Milei y guardián de la identidad de LLA, fijará las líneas estratégicas y unificará el mensaje de comunicación y proselitista. Pero la legisladora tendrá la difícil misión de amalgamar un espacio que quedó fragmentado y desgastado por el revés en Buenos Aires. A su vez, deberá ejecutar y supervisar la implementación de las instrucciones que baje Caputo.

Pilar Ramírez, Santiago Caputo, Lule Menem y los hermanos Milei
Pilar Ramírez, Santiago Caputo, Lule Menem y los hermanos Milei

En la cúpula de LLA asumen que deberán mejorar en la provincia más populosa del país y reconocen que requieren retener los votos prestados del extinto Juntos por el Cambio o Pro, de Macri.

De los análisis que hicieron post-derrota bonaerenses surgió la conclusión de que la mayoría de los votantes que les retiraron el apoyo en Buenos Aires o que se inclinaron por la abstención en septiembre son seguidores de Milei que sufrieron el impacto del ajuste o que esperaban que el economista avanzara con sus promesas más extremas. Por eso, en el entorno de los Milei, prevén un mensaje más orientado a la clase media o baja. “Mucho militante de LLA no fue a votar porque la está pasando mal. Pero los tenemos que convencer de que estamos a mitad de camino y que la otra salida es Ezeiza”, dicen desde el comando electoral de los Milei.

En la reunión de jefes de campaña en Olivos se delinearon tres ejes centrales: economía, seguridad y política exterior. El Gobierno intentará plantear una “agenda de crecimiento”, con foco en los resultados de la desregulación, Capital Humano y la “apertura al mundo”.

Procuran exhibir como “logros” las medidas de desregulación que “liberan la iniciativa privada” o la reducción de impuestos, liberación de mercados y, sobre todo, la baja de la inflación. “Hay que sostener el equilibrio fiscal que permite estabilidad. No cambiamos el rumbo por coyunturas”, puntualizan en el campamento de LLA.

Los hermanos Milei, durante el acto en el Parque Sarmiento, en Córdoba
Los hermanos Milei, durante el acto en el Parque Sarmiento, en CórdobaSebastián Salguero – LA NACION

A su vez, quieren que el Presidente tenga una mayor participación en los lugares del interior donde esperan conseguir una victoria en octubre, como Salta, Río Negro o Tierra del Fuego, y un despliegue territorial que les permita optimizar su desempeño en Buenos Aires. Sin duda el foco también estará puesto en los ocho distritos donde se eligen senadores nacionales, como Chaco, Capital, Entre Ríos o Neuquén.

Aún sin Macri

Por ahora, no planifican abrir una negociación con Macri para que se incorpore a las actividades proselitistas de LLA en la Capital o Buenos Aires, donde Pro cerró una alianza con el oficialismo nacional. En concreto, creen que el grueso de los votantes del expresidente o que supieron acompañar a JxC los apoyará en las urnas en octubre porque temen un regreso del kirchnerismo al poder. “Ellos nos van a votar con la nariz tapada”, afirman el comité de campaña de Milei.

Ante la necesidad de Milei de sumar adhesiones, Ramírez tiene que seguir de cerca los movimientos de la interna en todo el territorio. “Esperemos que se termine. Son peleas de chicos de jardín de infantes y hay problemas más graves en el país”, dicen fuentes cercanas a Karina Milei. ¿Una crítica solapada a la táctica de los Menem, los escuderos de la hermana del presidente?

El objetivo de Ramírez es contener a los libertarios y alertarlos sobre la necesidad de abroquelarse ante la turbulencia económica y financiera que sufre Milei. “Necesitamos sumar diputados para garantizarnos el tercio. Esa es la prioridad. No pensamos en un número para el resultado global”, señalan en el búnker libertario. Hasta que se dinamitó el optimismo de los Milei por el caso de los audios, el golpazo en Buenos Aires y la crisis cambiaria, los libertarios se entusiasmaban con la idea de llegar al 40% de los votos.

Frente a un panorama complejo, el propio presidente tendrá un rol central en la campaña. También Ramírez planea mover a ministros y referentes nacionales de LLA, como Patricia Bullrich, más allá de que estará abocada al territorio porteño, para movilizar a los feligreses de Milei. El blanco fijo de las críticas será el kirchnerismo. Presentarán la elección como un plebiscito de la gestión nacional y evitarán confrontar con la agenda local de los gobernadores. Los eslóganes ya están definidos: serán “La Libertad Avanza o la Argentina retrocede” y “hagamos que el esfuerzo valga la pena”, en un intento de exhibir empatía por los efectos del ajuste fiscal y la recesión económica.

Cortocircuitos

Apenas se confirmó su ascenso en la estructura libertaria, Ramírez, quien viene evitando que la guerra interna de LLA entre “celestiales” y “territoriales” se cuele en la ciudad de Buenos Aires, quedó inmersa en la disputa facciosa entre Santiago Caputo y los Menem. Es que la hermana del Presidente les ordenó a sus voceros que salgan a aclarar que “Lule” no había sido corrido de su cargo y que seguiría teniendo un papel protagónico en la campaña de LLA. De hecho, informaron fuentes oficiales, fue designado como jefe de fiscalización. En definitiva, Karina Milei buscó dejar en claro que la botonera no cambia de dueño. Solo que “Lule” tendrá otras funciones.

Cuestionado internamente -sobre todo desde que se difundieron los audios de Spagnuolo-, el principal colaborador de Karina Milei no volvió a figurar en las fotos de las cumbres de las mesas políticas de LLA o de reuniones con gobernadores. Los leales a Caputo, quien responsabilizan a los Menem de haber roto el dispositivo que le permitió a Milei asegurar la gobernabilidad debido a su vocación de conquista territorial en las provincias, interpretaron la ausencia de “Lule” como una señal positiva. Creen que el Presidente comenzó a licuar el poder de los Menem, pese a que ratificó a Pareja como jefe de campaña de Buenos Aires y realizó cambios “cosméticos” en su primer anillo político.

Milei, junto a sus militantes en Córdoba
Milei, junto a sus militantes en CórdobaSebastián Salguero

No obstante, Milei sorprendió el viernes en Córdoba cuando dejó de lado el discurso conciliador y el tono autocrítico por la derrota bonaerense. En un nuevo giro, relativizó el golpe en las urnas: “Ojo, no fue tan malo el resultado en Buenos Aires”, lanzó en diálogo con Cadena 3. Remarcó que LLA sacó el 34% de los votos y que la competencia de octubre será distinta porque los intendentes no tendrán un peso determinante. En paralelo, volvió a lanzar una ofensiva con la oposición en el Congreso y a lo que denomina como “el Partido del Estado”. Los acusó de “torpedear permanentemente” su programa económico. Además, calificó de “mentiroso” a Juan Schiaretti, rival de Gonzalo Roca en Córdoba, pese a que Caputo recomendó no entrar en las discusiones locales. Un retorno a las bases para recuperar la épica “anticasta” de 2023 e ilusionarse con un resurgimiento en octubre. Es más, Milei consideró que “la ola del cambio es imparable” y auguró: “A partir del 26 de octubre, empieza lo mejor”.

Por Matías Moreno

Fuente: La Nación

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