Las declaraciones del gobierno generan más incertidumbre en el mercado

El anuncio del ministro Luis Caputo sobre el monto del acuerdo con el FMI intentó frenar el permanente drenaje de reservas del BCRA anunciando algo que generara confianza. En otras palabras, quiso hacer un anuncio que cambiara las expectativas del mercado.

Sin embargo, al anunciar un acuerdo por US$ 20.000 millones de libre disponibilidad y no quedar en claro si ese desembolso iba a ser de una sola vez o en cómodas cuotas, como es costumbre en el FMI, empezaron a generarse dudas sobre el acuerdo.https://aa09728d517a671b6577e10e032ae79e.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-41/html/container.html

Es más, por un lado, Caputo quiso transmitir que iban a recibir el desembolso de US$ 20.000 al punto tal que, en su exposición en la Bolsa de Comercio, dijo que con ese desembolso las reservas brutas del BCRA iban a superar los US$ 55.000 millones dándole un respaldo a la base monetaria mayor la que tuvo en la convertibilidad.

Sin embargo, al rato, Julie Kozack, la vocera del FMI, dio una conferencia de prensa sobre varios temas y dijo que era un monto considerable, los US$ 20.000 millones que confirmó el FMI el viernes. Pero aclaró que los desembolsos iban a ser en cuotas como habitualmente lo hace el FMI.

Por la tarde, José Luis Espert dijo que de los US$ 20.000 millones, US$ 14.000 millones iban a ser destinados a pagar los vencimientos que Argentina tiene con el FMI y que quedaban de libre disponibilidad US$ 6.000 millones, pero como también se le estaba pidiendo al BID, el Banco Mundial y la CAF (Corporación Andina de Fomento) un monto que podría llegar los US$ 4.000 millones, con lo cual que el BCRA dispondría de US$ 10.000 millones de libre disponibilidad.Te podría interesar

El comentario luce raro porque tanto el Banco Mundial como el BID hacen préstamos, pero para realizar obras públicas, con lo cual ese eventual monto de US$ 4.000 millones adicionales no deberían quedar como fondos de libre disponibilidad en el mercado de cambios. 

Como puede verse, a lo largo del día hubo varias declaraciones con tres actores diferentes, y lejos estuvieron de despejar la incertidumbre sobre el mercado de cambios.

Los dólares “libres” no cedieron, el riesgo país continuó en alza y es probable que continúe el desarme de carry trade ante la incertidumbre sobre la política cambiaria oficial.

No debe olvidarse que la tranquilidad cambiaria del año pasado estuvo montada en el carry trade que incentivó el gobierno devaluando el dólar oficial un 2% mensual, luego el 1% mensual, para que la tasa de interés le gane al aumento del dólar oficial. Esta es la clave sobre la que se monta el carry trade y si hay dudas que se va a acelerar la devaluación del peso en el mercado oficial, los inversores desarman sus posiciones y salen de los depósitos en pesos y se van al dólar. 

Por eso, en mi opinión, Caputo cometió un error de análisis al decir que el BCRA iba a tener reservas suficientes como para que el dólar actual no se dispare. Incluso llegó a afirmar que las reservas comparadas con las de la convertibilidad van a ser mayores de lo que fueron en la convertibilidad comparando reservas contra base monetaria.

El error está en que todas las corridas cambiarias comienzan con una corrida financiera. Es decir, gente yendo a los bancos a retirar sus pesos a plazo fijo o a la vista para comprar dólares. 

Lo que quiero significar es que la corrida no es que con la base monetaria se compran dólares. Los dólares se compran con los depósitos en el sistema financiero. 

Pero cabe recordar que el sistema financiero crea moneda cuando se tiene un sistema de encaje fraccionario.

Los depósitos en pesos del sector privado suman $ 53 billones, una corrida del 30% sobre los depósitos es una demanda potencial de $ 12.200 millones de dólares.

Si a esto se le suma los bonos en pesos que tiene el sector privado y quiere venderlos y pasarse a dólares o los que tienen acciones, el potencial de presión sobre el mercado de cambios supera ampliamente a la relación reservas base monetaria.

Cabe agregar que en este contexto de incertidumbre sobre el futuro de la política cambiaria, los exportadores postergan liquidaciones a la espera de un tipo de cambio más alto y los importadores aceleran las compras antes que suban el tipo de cambio.

Si uno observa la evolución de las reservas brutas del BCRA durante los primeros 25 días de marzo, verifica que el BCRA perdió US$ 1.676 millones de dólares.

Las reservas netas al 15 de marzo estaban en el terreno negativo de aproximadamente US$ 4.000 millones.

Lo anterior significa que el BCRA está interviniendo en el mercado de cambios utilizando los encajes bancarios en dólares, encajes que no son propiedad del BCRA, sino que son propiedad de los que depositaron dólares en los bancos.

¿Cuándo se saldrá del cepo? 

Caputo insiste con las tres condiciones: 1) terminar de limpiar el balance del BCRA. Para eso se necesitan los fondos frescos del FMI para que haya dólares que respalden la base monetaria, 2) que la base monetaria sea igual a la base monetaria amplia. Esto quiere decir que las LEFIS tienen que desaparecer del BCRA y la base monetaria llegar a los $ 47,7 billones y 3) que la inflación converja al nivel del crawling peg, es decir una inflación del 1% mensual. 

Las tres condiciones hacen pensar que este proceso va para largo con el cepo.

Ahora bien: ¿qué le pide el FMI al gobierno en materia cambiaria? Especulando con lo que puede estar negociándose es que el FMI le diga: “aplica la política cambiaria que quieras, pero aumenta el nivel de reservas del BCRA”.

Para esto, por ejemplo, tendría que acelerar el crawling peg, medida que veo muy poco probable. 

Otra opción es que el gobierno elimine el dólar blend, con lo cual subiría la brecha cambiaria y se aceleraría el desarme del carry trade, y bajaría el tipo de cambio real para las exportaciones, generando un mayor problema en el sector externo. 

La tercera opción consistiría en establecer una banda cambiaria con un piso y un techo, tal vez una banda cambiaria ascendente. El punto es que si el mercado perfora el techo de la banda cambiaria el BCRA tendría que vender dólares en el mercado y la realidad es que, si el FMI le presta divisas, no van a ser tantas para dominar el mercado de cambios.

Mientras tanto, el atraso cambiario genera problemas en el sector externo como es el caso del turismo. 

En efecto, en febrero el turismo receptivo (turistas que vienen a la Argentina) bajó un 30,7% respecto a febrero 2024. Y el turismo emisivo (argentinos que viajan al exterior) aumentó el 74,2%. El destino que más creció de turismo emisivo fue Chile con el 146,8% de aumento. Esto es, argentinos que cruzaron a Chile en tours de compra. El segundo fue Brasil con un aumento del 96,9%. 

En síntesis, no creo que la demora en llegar a un acuerdo con el FMI sea la causa de la suba del dólar. Lo más probable es que se llegue a un acuerdo que, como mínimo, permita hacer el rollover de la deuda con dicha institución.

En todo caso la incertidumbre cambiaria tiene que ver con la incertidumbre de la futura política cambiaria.

Fuente: Mendoza online

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