El insólito mapa de las elecciones porteñas: traiciones, partidos estallados y figuras de alto perfil

Las elecciones porteñas del próximo 18 de mayo se convirtieron en un test relevante para las fuerzas políticas y en una disputa de poder con eco nacional por diversos motivos. Por un lado, el veredicto de las urnas en la Capital, donde vota el 7% del padrón, puede condicionar las negociaciones de cara a la conformación de listas para las legislativas nacionales, la instancia en que Javier Milei medirá qué grado de apoyo real tiene su proyecto político. A su vez, los comicios porteños permitirán conocer la salud de la marca Pro en el pago chico de los Macri y qué márgenes de acción tendrá el jefe de gobierno en la segunda mitad de su mandato. La puja en la ciudad de Buenos Aires, el emblemático bastión del macrismo, también facilitará predicciones sobre la potencia del sello de La Libertad Avanza (LLA), las posibilidades de supervivencia de los colectivos de la UCR y la Coalición Cívica, exsocios de Pro en el extinto Juntos por el Cambio, y las chances concretas del peronismo de resurgir tras la debacle de 2023.

La fragmentación de Juntos por el Cambio

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La Capital, donde Pro gobierna desde 2007, será un laboratorio de la disputa que se viene. El jueves último, tras el cierre del plazo de inscripción de frentes, se terminó de configurar el nuevo tablero del sistema político, que exhibe un nivel de fraccionamiento mayor al de los últimos años. La oferta electoral de la centroderecha estará fragmentada no solo porque Pro y LLA medirán fuerzas en la pelea por el voto antikirchnerista, sino por la ruptura de la coalición de JxC que comenzó a gestarse en octubre de 2023, cuando Macri y Patricia Bullrich decidieron apoyar a Milei en el balotaje con Sergio Massa. En paralelo, se produjo la sorpresiva irrupción en la grilla de postulantes de Horacio Rodríguez Larreta, quien decidió divorciarse del partido amarillo para competir con un vehículo propio en el territorio que gobernó durante ocho años. Cómo jugará Ramiro Marra, uno de los integrantes de la vieja guardia de LLA que fueron enviados al exilio por Karina Milei, es otra de las claves. En cambio, la escudería del PJ consiguió mantener la unidad, con mínimas fisuras. En ese contexto, los peronistas y libertarios se sienten con ventaja y se entusiasman con quebrar la hegemonía de Pro en la Capital. Desde que Jorge Macri optó por separar las elecciones porteñas de las legislativas de octubre con el objetivo de blindarse de una eventual “ola violeta” en el test nacional, la compulsa en la Capital es un imán para dirigentes de peso. Es que cobró un atractivo especial para las fuerzas con mayor representación. Todos pondrán algo en juego en una suerte de simulacro de la competencia nacional de octubre, en la que se elegirán diputados y senadores. Por esa razón, habrá figuras relevantes en el ring de mayo. Están los que apuestan a usar la elección porteña como un trampolín para pelear por la sucesión de Jorge Macri en 2027, como Leandro Santoro, quien encabezará la boleta del frente Ahora Buenos Aires, donde quedaron aglutinadas las distintas vertientes del peronismo capitalino y del kirchnerismo. También están los que aspiran a mostrar una buena performance en el cuadrilátero porteño para levantarse de la lona después del mazazo que sufrieron en las urnas a nivel nacional en 2023, como ocurre en el caso de Larreta. En simultáneo, el radicalismo y la fuerza de Elisa Carrió intentarán conservar un colchón de votos en la Capital que les permitan sobrevivir frente al tsunami que provocó Milei en el sistema político y preservar sus expectativas con vistas a las negociaciones de listas para octubre. En el mundillo político se impone la tesis de que las elecciones porteñas actuarán como una especie de PASO -fueron suspendidas a nivel nacional y en la Capital- para medir el nivel de respaldo que tiene cada escudería partidaria. Por eso, se especula con que el resultado incidirá en el reordenamiento de la oferta electoral, sobre todo en la estratégica provincia de Buenos Aires, y tendrá un efecto decisivo hacia octubre. Puede ratificar o condenar las aspiraciones de los principales espacios y sus líderes. Nombres en danza “Es la semifinal; todos van a jugar muy fuerte”, admiten en el campamento de Pro. En la Casa Rosada también se alistan para una lucha sin cuartel con el macrismo. Es que en la mesa chica de Milei -desde su hermana hasta Santiago Caputo- consideraron que la decisión de Jorge Macri de desdoblar los comicios fue una declaración de guerra. Por estas horas hay conversaciones al máximo nivel para definir el nombre del retador de los Macri: ¿finalmente, irá el vocero presidencial Manuel Adorni? Nadie lo descarta. Tampoco la chance de que sea un outsider -ya midieron a Iván de Pineda y a Pierpaolo Barbieri-. En los últimos días también se evaluó la alternativa de Patricia Bullrich, pero en la tropa de la ministra desestimaron esas especulaciones. “No tienen candidato”, se ufanan los detractores de Karina. Por su parte, hundido en las encuestas tras un año de desgaste por confrontar con Milei, el senador nacional Martín Lousteau, jefe de la UCR, cavila el plan de ser parte de la competencia para defender su capital político en la ciudad. Si quiere mantener la esperanza de gobernar la ciudad en 2027, debe evitar que Santoro y Larreta licúen la capacidad de representación de la UCR en el sector progresista del electorado porteño. Elisa Carrió, en paralelo, pondrá en cancha a la diputada nacional Paula Oliveto, una de sus principales espadas en el Congreso. Tanto radicales como “lilitos» se sienten lejos de las posiciones que adoptó Pro para sostener la gobernabilidad de Milei en el Congreso, como la defensa del veto al aumento jubilatorio o al financiamiento universitario. Y ahora pretenden reconstruir su identidad y recuperar la autonomía.

Posible división de Unión por la Patria

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El escenario en La Libertad Avanza

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La apuesta del FIT

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La Libertad Avanza y Pro enfrentarán un duelo aparte. Tras el cierre del plazo para inscribir alianzas, se confirmó que mileístas y amarillos, aliados naturales del Presidente desde su llegada al poder, protagonizarán una férrea disputa en el histórico refugio de los Macri. Ya son cinco los distritos en los que no irán juntos -CABA, Santa Fe, Chaco, San Luis y Salta-. Mientras los operadores de Pro ansían mostrar su influencia en la Capital para minimizar las expectativas de LLA en la carrera hacia octubre, los ingenieros libertarios se entusiasman con la posibilidad de sacarle una ventaja apreciable a los amarillos en su bastión para sacar de la cancha al expresidente. Anhelan humillar a Macri en su finca de poder para quitarle capacidad de influir en la estrategia electoral de los libertarios y en el rumbo del Gobierno. Quieren nacionalizar la campaña y transmitir que pueden llevar el modelo de Milei a la Capital. El futuro de los Macri En la cúpula del gobierno porteño, admiten que la diferencia entre las “marcas” sellará la suerte de los Macri. “El objetivo es quedarse de pie y revitalizar al Pro en nuestro territorio”, aventuran cerca de Jorge Macri, quien incorporó al consultor catalán Antoni Gutiérrez-Rubí, exasesor de Cristina Kirchner y Sergio Massa, para la competencia clave con los libertarios. Por esa razón, los estrategas de Pro se aprestan para una batalla de identidad. No solo quieren exhibir la efectividad del artefacto de poder de la ciudad, sino que preparan una campaña con ADN amarillo. Confían en que podrán vigorizar los valores del partido y capitalizar los errores no forzados de la administración de Milei, sobre todo, las señales de “hartazgo” que perciben en los focus group ante la radicalización del discurso del Presidente. A sabiendas de que pulsearán con LLA por atraer a los feligreses del antiperonismo, harán equilibrio para diferenciarse sin ser opositores a Milei -van por el “voto dual”- y pondrán énfasis en municipalizar la discusión. Quieren exhibir a Pro como la opción más fiable para gestionar la Capital, ponerles límites a los avances de Milei y evitar un triunfo del kirchnerismo en el distrito porteño. Creen que las 48 horas previas a la elección serán clave y emplearán una estrategia de “conversación”. “Esto no es un referéndum de la gestión de Milei. ¿De verdad queremos que la ciudad quede en manos de Karina Milei?”, repiten. En el ala acuerdista de Pro esperan que la campaña con LLA no sea sanguinaria para no complicar eventuales acuerdos en otros distritos, como Buenos Aires o Entre Ríos. Diego Santilli y Rogelio Frigerio ya pidieron que los eximan de participar. Será difícil coser las heridas si hay una guerra “sucia”, como vaticinan en la Ciudad. Los Macri juegan en casa. Y pondrán toda la carne al asador para mantener la escritura de la Capital a su nombre. Ella repite ante propios y extraños que no tiene ningún interés de sumarse a la grilla de candidatos a legisladores porteños, pero el macrismo presiona a María Eugenia Vidal, actual jefa de campaña, para que acepte encabezar la boleta. No está cerrado. En la nómina también podrían aparecer Laura Alonso, Waldo Wolff o Hernán Lombardi y Darío Nieto. Entre tanto, los armadores amarillos no descartan convencer a Fernán Quirós, actual ministro de Salud de Jorge Macri, para que sea parte de la oferta. Por ahora, él envía señales de que no lo seduce, pero no lo descarta. Quien ponga el cuerpo en la cruzada de Pro para blindar la Capital sabe que arriesga mucho. Es que actualmente los asesores del macrismo admiten que enfrentan una pelea cuesta arriba. Dicen que el escenario está abierto, pero admiten que hay un triple empate de “marcas” con el peronismo y LLA. El factor de Larreta alteró los planes. Cuando Jorge Macri desdobló los comicios, apostó a beneficiarse de la atomización de la oposición. Pero se encontró con un gran escollo: el exjefe porteño rompió con Pro para intentar renacer de las cenizas. La jugada dejó en estado de shock a los popes porteños y provocó una profunda desilusión ante la imposibilidad de persuadirlo para que no se anotara en la contienda. “Muchos están pensando que desdoblar fue un error. El eslogan de Pro iba a ser la gestión y ahora lo tenemos a Horacio enfrente”, comenta un consejero de Jorge Macri en las sombras. En la Ciudad intentaron minimizar el golpe en los debates extramuros y advirtieron que Larreta había decidido “ser funcional” a LLA y al kirchnerismo. “Horacio es libre, pero va a tener que dar explicaciones sobre lo que hizo y no hizo”, amenazan cerca de Jorge Macri. Por lo pronto, ya empezaron a expulsar a larretistas que permanecían en la administración porteña. Otra caza de brujas. En el equipo del exjefe porteño, quien se lanzó con fuertes críticas a la gestión de su sucesor -pasó de “la ciudad no está bien” al eslogan “hay olor a pis”- ni se mosquean. Apuestan a cosechar al menos 10 puntos para iniciar la reconstrucción de Larreta desde la Legislatura. Llevaría en su nómina a la senadora Guadalupe Tagliaferri y a Emmanuel Ferrario. Para concretar su vuelta por fuera de Pro, se movió para conseguir un sello (Partido Federal) y trenzó un acuerdo con Graciela Ocaña (Confianza Pública), otro de los desprendimientos del conglomerado de JxC que compitió en 2023. Quienes lo conocen presumen que Larreta ya proyecta volver a pelear por la jefatura de gobierno en 2027. Por ahora, sus seguidores celebraron que las milicias digitales de los libertarios no hayan salido a desgastar al excandidato presidencial de JxC cuando confirmó que estará en el campo de batalla. Se la tenía jurada a Macri, quien apostó de manera implícita por Bullrich en la interna de 2023. El choque entre exsocios será de alto voltaje y le sumará más condimentos. ¿Sería incómodo para Vidal enfrentarse con su amigo y exmentor, pese a que se distanciaron políticamente? “Si vamos a una campaña de ‘marcas’, medir a María Eugenia con Horacio haría que se hable de la interna de Pro. Sería el mismo error que cometimos en 2023”, analizan quienes frecuentan a la exgobernadora. Está claro que Larreta pondrá el foco en los temas municipales -el debate nacional lo condenaba al ostracismo de la “avenida del medio”- y convertirse en la voz del descontento con la gestión de Jorge Macri. La elección porteña exhibirá con nitidez variaciones en la conformación de las alianzas de la derecha. Es que Pro ya no convivirá en una coalición con la UCR y la CC, el espacio de Carrió. Hasta fines de 2023, la polarización con el kirchnerismo era el pegamento que mantenía unidas a las distintas piezas de JxC, pero el inesperado ascenso de Milei hizo estallar el mapa de opositores al peronismo. Socios chicos Para su prueba de fuego del 18 de mayo, los Macri se garantizaron el apoyo de un puñado de socios más chicos. Por caso, antes de que viajara a Italia, el expresidente habló con Miguel Ángel Pichetto para sumar a Encuentro Republicano Federal. Luego, las gestiones quedaron en manos de Ezequiel Sabor y César Torres, armadores de Jorge Macri, y Miguel Toma, ladero del diputado. Entre tanto, Oscar Zago, quien tomó un café en la Casa Rosada con Santiago Caputo el lunes último después de que Karina Milei recibiera a Cristian Ritondo y a Santilli, cerró su pase al campamento macrista. E incorporó el sello del MID a la alianza oficialista Buenos Aires Primero. En rigor, sus legisladores porteños venían votando en sintonía con Jorge Macri. Influyó en su decisión el vínculo estrecho que tiene con Ritondo -fue quien lo acercó a Caputo- y que no iba a tener lugar en LLA. Al igual que Marra, es uno de los desterrados por Karina Milei y controla tres o cuatro votos claves en el Congreso. Por eso, el guardián del relato de Milei buscó contenerlo. Macri, en tanto, lo conoce desde que Daniel Angelici apadrinaba a Zago en la Ciudad. En el macrismo también lograron que el partido Demócrata y UNIR, entre otros, se inscriban en el frente de Pro. En las próximas horas esperaban conseguir que Republicanos Unidos, de Ricardo López Murphy, y Tercera Posición, de Graciela Camaño, firmen como adherentes. Pese a que tenía intenciones de converger con Jorge Macri, con quien tiene un acuerdo político en territorio porteño -que incluye cargos relevantes- y una estrecha relación, “el tano” Angelici optó por preservar su sociedad con Lousteau y Emiliano Yacobitti. Ese pacto le permite conducir la UCR porteña. En tanto, Juan Nosiglia, hijo del “Coti”, pelea por colocar al tope de la nómina al diputado nacional Martín Tetaz. ¿Se animarán a romper si Lousteau define jugar? “Ojalá vayamos en la UCR”, dicen en el seno de ese grupo. Por lo pronto, los radicales integraron en su alianza al GEN, de Margarita Stolbizer, y el Partido Socialista, de Roy Cortina, quienes habían desembarcado en la coalición de Pro gracias a Larreta. Lo curioso del quiebre entre Pro y UCR es que Angelici y los radicales de Lousteau ocupan sillas codiciadas. Martín Ocampo, jefe de la UCR porteña, es el procurador general del distrito, y Guillermo Laje, amigo íntimo de Lousteau, está al frente del Banco Ciudad. ¿Harán campaña para Jorge Macri o la UCR? En Pro y en el partido centenario ese escenario genera suspicacias: creen que en rigor Jorge Macri y Angelici ataron un acuerdo subterráneo. Los macristas también miran con interés el lanzamiento de Yamil Santoro, exsocio de López Murphy y Roberto García Moritán, quien salió a pelear el voto libertario con Unión Porteña Libertaria. El sello simula el logo de UxP, que arranca con ventaja. ¿Pasará el filtro de la Justicia? Daniel Amoroso prevé participar con su partido Integrar, una fuerza que orbita cerca de Ignacio Torres, y llevaría al abogado Mauricio D’Alessandro como frontman de la boleta. El sindicalista farmacéutico Marcelo Peretta, que supo ser aliado de Bullrich en 2023, también intentará colarse en la discusión. De todas maneras, en la cúspide de Pro admiten que la eventual postulación de Marra podría ser una pieza vital de su blindaje frente a los libertarios: “Nos dicen que va a jugar”, repiten. Pero el broker mide los tiempos y estira la incógnita sobre su candidatura a legislador. Sería una forma de cobrarse venganza de Karina Milei. La apuesta al “batacazo” Santoro, aliado de Juan Manuel Olmos, logró aglutinar a las expresiones de mayor peso en la Capital: desde La Cámpora hasta el sector del peronismo que controla Víctor Santa María. Por ahora, solo lo desafían Juan Manuel Abal Medina (Seamos Libres) y Alejandro Kim (Principios y Valores), quien es patrocinado por Guillermo Moreno. Y Claudio Lozano (Unidad Popular) anotó la alianza Confluencia junto a un puñado de partidos de izquierda. En el pelotón de Santoro se sienten favoritos y apuestan a dar el batacazo. Fueron los promotores de que Jorge Macri pusiera la fecha de las elecciones en mayo, para evitar que la discusión se nacionalice. La ciudad siempre fue un terreno esquivo para el kirchnerismo. Alrededor de Santoro notan malestar con la gestión de Pro y pretenden construir una alternativa real al macrismo. Con pasado en la UCR, Santoro busca una victoria que además le permita hacer una convocatoria más amplia con vistas a 2027. Ansía sumar al radicalismo de Lousteau. “Necesitamos el cincuenta más uno”, avisan. ¿Juan Manuel Olmos estará en la boleta para incidir en la nueva legislatura? En el entorno del titular de la Auditoría General de la Nación le quitan relevancia a esos trascendidos. El 18 de mayo se elegirán solo 30 legisladores locales, pero el resultado marcará a fuego la carrera hacia octubre.

Fuente: La Nación

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