La política a escena como nunca con Milei y Macri con el match de fondo

El mundo político del 2025 es claramente diferente al que los argentinos vivimos durante el año pasado, aunque subsisten peleas de fondo en el poder real que, lejos de solucionarse, todo indica que se mantendrán como el fuego que alimentará la campaña electoral que comenzó hace tiempo.

Javier Milei inició hace tiempo un camino hacia la independencia del PRO de la mano de su hermana Karina como armadora. Esa estrategia pareció tener su punto de éxito más alto a comienzos de este año cuando intendentes y algún gobernador parecían hacer cola para pasarse a las filas de La Libertad Avanza.

Es un movimiento que subsiste en algunos sectores, pero que hoy tiene como contracara la preocupación que apareció en algunos de esos conversos repentinos al mundo libertario por los problemas que, provocados desde afuera o autoinflingidos, aquejan a la Casa Rosada en estos días.

El caso Libra es una de esas piedras que apareció en el camino y que aún no pudo ser removida por los libertarios. El gobierno debió apelar una vez más al mago (no al del Kremlin, sino al de los mercados) para apurar la negociación con el FMI y disipar dudas en un mercado que comenzó a mirar varios frentes al mismo tiempo después de un tiempo de enamoramiento ciego con el gobierno.  

El mercado local viene sufriendo una montaña rusa de subas y bajas, sobre todo en acciones, pero también en los bonos en dólares. Esos temblores tuvieron algún eco por las dudas que generó el gobierno con el escándalo Libra, los jueces y ahora las consecuencias de la marcha de los barrabravas simulando una defensa previsional, el accionar del gobierno y la preocupación por la marcha del próximo miércoles a la que también abonará el kirchnerismo más duro, la izquierda nostálgica y los dirigentes sociales que ven una ventanita para volver a entrar en escena.Te podría interesar

Ahora bien, el movimiento fuerte de los mercados no se debe a esas realidades sino a otra que, inclusive, puede ser mucho mas grave para la Argentina: el mundo está en un tembladeral financiero con altas tasas en los Estados Unidos, una guerra comercial que Donald Trump comienza y frena continuamente y el impacto de la incertidumbre por lo que vendrá.

Como sabemos de sobra en Argentina, cuando el mundo estornuda nosotros tenemos una neumonía. Y es esa la verdadera razón del apuro en cerrar el acuerdo con el Fondo, capitalizar el Banco Central y prepararse para ver como seguirá la política cambiaria.

Luis Caputo, entonces,  apuró los términos con el staff técnico del Fondo y en un juego de malabar político Milei firmó un DNU en el que le pide al Congreso que apruebe el capítulo del nuevo endeudamiento, pero sin incluir las cláusulas de la negociación.

El movimiento puede resultarle positivo al gobierno: para que un DNU quede en vigencia solo basta que una de las dos cámaras lo apruebe. Por el contrario, una ley que apruebe el acuerdo con el FMI, tal como establece la ridícula norma que hizo votar Martín Guzmán para involucrar al kirchnerismo en la renegociación del acuerdo que hizo durante el gobierno de Alberto Fernández, hoy sería imposible de aprobar en el Senado.

La Casa Rosada está acosada por problemas que hace seis meses ni imaginaba. El caso Libra con las investigaciones en Argentina y, sobre todo, en Estados Unidos, no dejan de impactar, aunque es cierto que más en los conciliábulos políticos y en el mercado que en los argentinos de a pie. El destino de la jugada de Javier Milei con el nombramiento por decreto de Ariel Lijo, sin asumir, y Manuel García Mansilla, asumido pero con horizonte negro, provocan temor mirando gobernabilidad, inclusive entre quienes votan en contra o se oponen directamente a que uno u otro magistrado llegue definitivamente a un sillón en la Corte Suprema.

¿Falta algo? Si, terminar de aclarar el viaje de Laura Belén Arrieta el 25 de febrero pasado desde Miami en un Bombardier Global 5000, matrícula N18RU, que estuvo en Buenos Aires supuestamente de tránsito hacia París y que quedo guardado una noche en los hangares de Royal Class en Aeroparque llenó de valijas que parece que no fueron revisadas. Se conoce la empresa propietaria del avión, aunque no queda claro quiénes son todos los socios que la integran, por ejemplo.

Mauricio Macri está jugando en el centro de la escena mucho más fuerte que lo que imagina el ideario medio de la política. Su primo Jorge Macri también. El PRO sigue mirando con preocupación a los problemas del gobierno, pero al mismo tiempo alimenta su bronca calabresa por los embates de La Libertad Avanza.  

Esta semana hubo acuerdo en el PRO duro para mandar un mensaje directo a la interna: “los diputados que no jueguen en la campaña se van”. Fue una señal directa hacia todos los colores del PRO y la ratificación de la decisión de dar la batalla grande contra La Libertad Avanza en la Ciudad de Buenos Aires.

En esos términos el bullrichismo no tiene lugar en el PRO, razonan en el bunker de campaña en la ciudad. No hay dudas con relación a esa decisión: “Si Milei expulsa infieles por qué no lo va a hacer Mauricio”. Se vienen batallas impensadas en ese sentido.

Mientras tanto el gobierno de Jorge Macri vela armas para la pelea manteniendo un equilibrio directo y lógico con el votante porteño. Está claro que en lo económico, como se cansó de definirlo Mauricio Macri, existe sintonía entre el PRO y Milei. Ese equilibrio, por ejemplo, es el que mantuvo Jorge Macri en un reportaje que concedió al diario El País de España cuando se diferenció de Milei pero manteniendo la calma, pero en materia de guerra política los ataques del la Libertad Avanza en la Ciudad, con Karina Milei como jefa real del armado porteño está n llegando a un punto de no retorno.

Mientras tanto Jorge Macri avanza con mas cambios en la ciudad. La estrategia del PRO porteño, que lleva la carga mas fuerte en la interna un sin resolver con LLA, es mostrar gestión y cambio. Esta semana definió que Juan Pablo Fasanella asuma como nuevo presidente de AUSA, operadora de las autopistas urbanas y responsable, además, de muchas de las grandes obras que llevó adelante la ciudad en los últimos años como el Paseo del Bajo.

Fasanella llega con toda la experiencia de haber sido subsecretario de Gestión y Administración Económica; es decir, sabe de caja, tema esencial en estos tiempos. El cambio, esencial para la estructura de obras de la Ciudad, aun no se anunció pero operará desde el 30 de marzo.

Elisa Carrió es un ejemplo de esos miedos. La chaqueña castigó fuerte a Milei por el Caso Libra. Fue quien puso en palabras lo que otros acusan pero en sordina: “Karina es la cajera”, dijo Carrió y desató una tormenta con sus acusaciones sobre “estafas piramidales” apoyadas desde el poder. Hasta Juan Manuel López, su diputado, debió salir a bajar el tono de semejante acusación.

Ahora Carrió hace gala del rol de “bombero” político que tanto le gusta jugar, en algunos casos inclusive después de alentar el fuego: salió a apoyar con su bloque la ratificación del DNU que aprueba el nuevo acuerdo con el FMI. Con ese apoyo, más el sector del radicalismo que no va a hacer ahora algo distinto a lo que hizo con el mismo tema en el gobierno de Alberto Fernández y la estructura del PRO, Milei debería quedarse tranquilo sobre el futuro de su decreto.

Comienza una semana decisiva para el gobierno. En el Senado cuentan votos para definir el futuro de Lijo y García Mansilla. Nunca se vivió una situación similar. El radicalismo esta partido y el PRO tambien. Martín Lousteau, que es presidente de la Unión Civica Radical por un extraño designio del destino, tiene enfrente a casi todos los senadores de su bloque. De hecho la semana pasada les pidió que votaran a favor del dictamen para habilitar el rechazo al pliego de García Mansilla y, tras una desobediencia total, decidió borrarse del chat de Whatsapp del bloque. Es un hecho inaudito y peligroso en extremo para el partido. 

Mientras el gobierno pelea en el Senado ante el peligro que se rechace a los dos jueces y se caiga toda la estrategia libertaria para la Corte, la calle volverá a calentarse el miércoles en reclamos desestabilizantes que ya no pueden disfrazarse de defenda del bolsillo de los jubilados. El gobierno había logrado romper la CGT y frenar los reclamos salariales. Este fin de semana ese logro estratégico dio un paso atras: los gordos volvieron a una escena beligerante. Parece claro que es hora de retomar la calma, mientras miles de argentinos en Bahía Blanca manejan otra agenda de necesidades muy lejana a los caprichos de la política en Buenos Aires. 

Fuente: Mendoza online

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