Argentina por primera vez en su historia cumplió un vuelo de vigilancia e inspección aérea de la flota pesquera que faena en aguas antárticas. La misión a esa zona marítima extrema se llevó a cabo el 28 de febrero en un avión de exploración Orion P-3C matrícula 6-P-57 de la Aviación Naval.
La Secretaría de Malvinas, Antártida, Política Oceánica y Atlántico Sur de la Cancillería a cargo de Paola Di Chiaro junto a la Secretaría de Asuntos Internacionales de Defensa que dirige Juan Battaleme y el Estado Mayor Conjunto, a través del Comando Conjunto Marítimo planificaron la operación con arreglo a normativa de la Convención para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos (CCRVMA), acuerdo internacional entre 26 países de protección de flora, fauna antártica y pesca sustentable en el océano antártico.https://imasdk.googleapis.com/js/core/bridge3.688.0_en.html#fid=goog_522923374Advertisement: 0:01
La aeronave se mantuvo en el área marítima de interés, Subzona 48.2, sobrevolando por casi 2 horas la península Antártica y las islas Orcadas, detectó 13 embarcaciones, entre ellas diez buques pesqueros del tipo arrastre procedentes de Noruega, Ucrania, China, Corea y Chile, así como 3 buques logísticos del tipo reefer de Panamá, China y Países Bajos. No hubo buques en contravención.

La tripulación del P-3C valoró in situ la precisión de los sensores con que cuenta la aeronave para identificar navíos en particular el radar de búsqueda AN/APS-137(V)5, cuya especificación es nivel OTAN.
Al momento de la compra en 2024 se retiró una PCB (placa de circuito impreso) de estándar OTAN al radar de los 4 aviones adquiridos a Noruega porque Argentina no forma parte de la Alianza Atlántica.Te podría interesar
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Washington autorizó su inclusión y uso por intermediación del entonces embajador Marc Stanley y recomendación de la general Laura Richardson, titular del Comando Sur y el contralmirante James Aiken, comandante de las Fuerzas Navales del Comando sur.
Inspecciones
En apoyo del Sistema de Inspección de la CCRVMA, Argentina planificó la formación de inspectores. Cancillería junto a Defensa, armó cursos de instrucción y formación según el protocolo del Manual de Inspectores que rige en la Convención.
El punta pie inicial y fogueo para las próximas misiones de vigilancia e inspección de pesqueros en aguas antárticas se hizo desde el aire. La previsión para la temporada de pesca siguiente es poder contar con un grupo de inspectores a bordo del rompehielos ARA Almirante Irizar o de avisos tipo ARA Bahía Agradable para supervisar el cumplimiento de las medidas de conservación de la CCRVMA por parte de los pesqueros autorizados.
Los inspectores están autorizados a abordar cualquier barco de pesca o de investigación pesquera que se encuentre en el área donde se aplica la Convención.
Las normas de la CCRVMA permiten la pesca sostenible, merluza negra, kril y pez hielo, las especies más explotadas, con el cuidado de no impactar en otras zonas del ecosistema.
Nueva Zelanda es uno de los países pertenecientes al Tratado del Antártico y a la CCRVMA; con más actividad en inspecciones y patrullas marítimas regulares en el océano Antártico en particular en el Mar de Ross. Así se lo reconoce en el texto final de las reuniones anuales de la Convención que se llevan a cabo en Australia.
Tablero estratégico
La relativa proximidad geográfica le facilita los despliegues, ventaja que es aún mayor para la Argentina si uno considera la sinergia estratégica que existe entre Ushuaia (Tierra del Fuego) y la base antártica Petrel puntos cercanos con características naturales y facilidades de proyección de medios navales y aéreos hacia el continente helado.
La Antártida es un tablero geopolítico donde a partir de la firma del Tratado del Antártico en 1959 reina el statu quo.
En el altar de la conservación de flora y fauna, el cuidado del ambiente, la investigación científica y la cooperación internacional se limita el sempiterno interés de los países de controlar y poseer territorio antártico.
El Ártico, que no tiene el esquema internacional de protección del Tratado del Antártico es un espejo a observar. Canadá, Dinamarca, Estados Unidos, Noruega y Rusia, (3 de ellos son miembros del Antártico) compiten (a menudo con exhibición de poder militar) por acceder a recursos estratégicos del subsuelo.
El “excepcionalismo” que provee el Tratado a esas apetencias busca otros caminos de expresión: presencia, diplomacia activa, autonomía en el sostén de bases, inversión en infraestructura, liderazgo en conocimiento científico, capacidad de prestar servicios al sistema antártico, potencial de medios desplegados (rompehielos, buques polares, buques supply, aviones de largo alcance, helicópteros, etc.) entre otros ítems definen el “poder polar” de un estado.
Argentina es uno de los 12 países firmantes originales del Tratado Antártico y también junto a otros 26 integra la Convención para la Conservación de Recursos Vivos Marinos Antárticos (CCRVMA) creada en 1982.
Fuente: Mendoza online
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