Fue un triunfo contundente para mantener el pulso con Real Madrid y Sevilla en la lucha por el título de la Liga de España. Y también fue un resultado inspirador, que Barcelona sueña con replicar el miércoles próximo por los octavos de final de la Champions League. El 5-0 con que ayer el equipo catalán vapuleó a Celta es el que necesita dentro de tres días para revertir el 0-4 que sufrió contra Paris Saint Germain. Claro que al resultado no se le puede aplicar un carácter transitivo automático por el diferente nivel de exigencia: Celta, aun siendo un buen equipo, ayer estuvo disminuido por algunas bajas y su poderío está bastante por debajo de este PSG que pasa por su mejor momento desde que lo dirige Unai Emery, y que tiene a estas alturas al Botín de Oro (máximo goleador de las ligas de Europa) con Edinson Cavani, con 27 tantos, cuatro más de los que suma Lionel Messi , Pichichi en España.
Por lo pronto, fue una semana en la que, además de oficializarse la salida de Luis Enrique al final de la temporada, a Barcelona le sirvió para cargarse de optimismo y darse un baño de goles. El miércoles le había ganado 6-1 a Sporting Gijón. Once tantos en 72 horas es una buena puesta a punto para afrontar uno de esos compromisos que pesan mucho en el balance de la temporada.
La tranquilidad de Barcelona también pasa por un Lionel Messi que vuelve a sonreír, a estar parcipativo en el juego y certero frente al arco. Hizo dos goles y dio dos asistencias. Festejó con sus compañeros con la alegría y complicidad de quien está rodeado por varios amigos. Sólo dejó una intriga que despejaría varios minutos después de terminado el partido: al finalizar la celebración de su primer gol, con gesto adusto hizo el ademán, con el pulgar y el meñique derechos, de un llamado telefónico, con la mano a la altura de la oreja y una mirada escrutadora hacia la tribuna. ¿Era un mensaje para la directiva de Barcelona, que debe abocarse a la renovación del contrato que finaliza a mediados de 2018?
Nada que ver, según la explicación que Messi hizo saber para que el club la hiciera oficial, viendo el revuelo interpretativo que se propagaba por las redes sociales. Aunque parezca mentira, hay quien no le atiende el teléfono a Messi. Su gesto estaba dirigido a un sobrino que no le había contestado varios llamados.
Al margen de estos detalles que condimentaron un partido que no dio para otro tipo de incertidumbre, Messi continúa afilado en la Liga: marcó en 11 de las últimas 12 fechas (sólo se quedó en blanco el 29 de enero, en Betis) y es el único futbolista en este torneo que lo hizo en seis jornadas consecutivas.
De descanso Cristiano Ronaldo, Real Madrid venció 4-1 a Eibar, con dos goles de Benzema. Con un partido menos (pendiente ante Celta), Real Madrid (59)está un punto por debajo del líder Barcelona (60). El Sevilla (55) de Sampaoli es el que mañana, ante Alavés, debe sumarse a la conversación.
Fuente: La Nación
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